La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía se desmarcó ayer de cualquier responsabilidad que se le pudiera achacar en este conflicto y emitió por la tarde una nota en la que resaltó, contradiciendo la versión de la empresa, que "no se mantiene deuda alguna con Brassica Group. Todas las facturas están al corriente de pago".

De este modo, señalaba como única responsable del conflicto con sus trabajadores a la propia Brassica,que lleva varios meses sin pagar la nómina a sus empleados, pese a que, según la nota de la Junta, recibe puntualmente las transferencias públicas con las que podría haber ido saldando su deuda laboral.

El Ente Público de Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE), que es el órgano encargado de contratar estos servicios en los colegios, "ha trabajado desde el primer momento para intentar evitar el conflicto y sigue haciéndolo para contribuir a buscar soluciones que permitan el normal funcionamiento de los comedores escolares", según se explica en la nota.

Pese a todo, la Consejería de Educación, muy criticada ayer por muchos padres de los colegios afectados por haber renovado la concesión a una empresa que ya el año pasado dejó entrever los problemas que han dado la cara en este curso, expresó cierto tono de disculpa al lamentar la situación por la que atraviesan los trabajadores de Brassica, por lo que instó a la empresa a que proceda a regularizar los pagos de las nóminas pendientes, al ser "plenamente consciente del trastorno que este conflicto genera a las familias que son usuarias de este servicio complementario".

Los servicios jurídicos de la Consejería trabajaban ayer para dar con las medidas legales que permitieran restituir el servicio en los comedores. Entre ellas, podría estar la retirada de la concesión.