Memoria histórica

La Diputación de Cádiz buscará nuevas fosas comunes de Villamartín, Prado del Rey, Algodonales y El Gastor

Vista de Prado del Rey.

Vista de Prado del Rey.

La Diputación de Cádiz va a retomar las intervenciones en los municipios de Villamartín, Prado del Rey, Algodonales y El Gastor para localizar nuevas fosas comunes con restos de personas represaliadas. Según ha informado este martes la Diputación, estas actuaciones se incluyen en un proyecto aprobado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), en el marco de la convocatoria de ayudas dedicada a iniciativas para la recuperación de la memoria democrática.

El trabajo del equipo técnico se afrontará sobre el terreno en verano con el objetivo de concluir las indagaciones en noviembre, y las intervenciones comprenden el desarrollo de sondeos arqueológicos, exhumaciones, estudio antropológico de los restos que puedan recuperarse y toma de muestras óseas para determinar el ADN de las víctimas.

En Villamartín se buscará en la finca El Topetón, concretamente en un majano próximo a la ermita de la Virgen de las Montañas. Entre dos y tres víctimas podrían localizarse en Pozo Marquito, un enclave situado en Prado del Rey junto a la carretera provincial CA-5231.

Por su parte, en Algodonales se centrarán en la finca situada en Cuatro Mojones, donde los testimonios refieren un enterramiento colectivo con cinco personas, y en el propio cementerio municipal en cuyo subsuelo se pueden encontrar las osamentas de hasta 19 personas.

El Gastor es otro de los municipios incluidos en esta planificación y se buscarán los restos de Isabel La Panita en el paraje de La Fresnadilla, aunque no se descarta emprender una intervención en el cementerio de este municipio tras las prospecciones que se han resuelto en dicho enclave mediante georradar.

Con las intervenciones de la Diputación de los tres últimos años se han recuperado los restos de más de 140 personas represaliadas tras el golpe de estado de julio de 1936. También se han recogido muestras de más de 200 familiares de diferentes localidades de la provincia de Cádiz para extraer su ADN y cotejarlo con el material genético procedente de las fosas, con el ánimo de avanzar en la consecución de identificaciones positivas.

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