Datos oficiales señalan la contaminación por glifosato en las aguas gaditanas
medio ambiente
Más de la mitad de las mediciones en el manto acuífero de la campiña de Jerez superan el límite establecido (01 μg/l )
El máximo lo presenta un punto de medición en aguas subterráneas de Chipiona, con 293 μg/l
El glifosato contamina el medio acuático de la provincia gaditana tanto en ríos y embalses como en acuíferos. Una conclusión que se desprende de los datos aportados tanto desde el MITECO como desde la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta, y que Ecologistas en Acción reúne en su último informe. Así, Contaminación por glifosato en la provincia de Cádiz recopila análisis efectuados en aguas superficiales y subterráneas en el periodo comprendido de octubre de 2016 a septiembre de 2021.
Las mediciones que se hacen de esta sustancia en nuestra provincia -apunta la organización ecologista- son claramente insuficientes, pues sólo en 7 puntos se han hecho análisis casi mensuales. A pesar de esto, el glifosato fue detectado en el 20 % de las muestras tomadas de aguas superficiales. El valor límite de 0,1 μg/l, establecido como referencia de acuerdo con la Guía para la Evaluación del Estado de las Aguas, se superó en un 13,2 % de las muestras.
Respecto a las aguas subterráneas, de las que se hace un número de análisis inferior, en un 25 % de las analíticas se ha detectado glifosato, mientras que un 17,2 % de las muestras analizadas han superado el valor límite que establece la Directiva de Aguas Subterráneas. Llama la atención que los resultados de las aguas subterráneas sean peores que los de las superficiales.
La presencia de glifosato en algunas comarcas, como, por ejemplo, la Campiña de Jerez, es mucho mayor y especialmente preocupante. Se detecta glifosato en el 37,3 % de las muestras de aguas superficiales, y el 27,7 % de estas muestras dan un resultado por encima de 0,1 μg/l. Para las aguas subterráneas es mucho peor, ya que el 75 % de las mediciones de estos últimos años dan positivo en glifosato. Estando más de la mitad de las mediciones (56,3 %) por encima del límite de 0,1 μg/l.
Algunas de las superaciones de los valores límite pueden ser clasificadas como de extremada preocupación por haberse detectado concentraciones del plaguicida, no ya decenas, ni siquiera centenares, sino incluso millares de veces superiores a los valores de referencia. Es el caso del máximo de las aguas subterráneas, 293 μg/l, en un punto de medición de Chipiona rodeado de invernaderos.
El segundo valor máximo de estas aguas subterráneas es 10,2 μg/l en un punto de la llanura aluvial del río Guadalete en Jerez, punto que supera en más de cien veces el límite de 0,1 μg/l. Los máximos de aguas superficiales se dan en el embalse de Charco Redondo (27,3 μg/l) y en el Arroyo del Águila (7,6 μg/l), este último localizado en el Parque Natural Sierra de Grazalema. Además, otros dos valores máximos se dan en el embalse de Guadalcacín (5,7 μg/l), y en el arroyo de Santiago (5,6 μg/l) en la Campiña de Jerez.
El glifosato es una sustancia calificada como cancerígena por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pudiendo también provocar alteraciones endocrinas. El glifosato es, además, un producto tóxico para los organismos acuáticos, con efectos nocivos duraderos. Por ello, desde Ecologistas en Acción demandan, no sólo que se retire la autorización a aquellos plaguicidas de uso agrario que contengan glifosato, sino que se lleven a cabo muestreos completos de las aguas de la provincia.
Diputación y COAG-Cádiz apuestan por las alternativas sostenibles
Diputación y la organización COAG-Cádiz continúan este año con su convenio de colaboración enfocado a la lucha contra las plagas en los cultivos gaditanos mediante alternativas ecológicas, eficaces y sostenibles.
Durante el año pasado, y el marco de este convenio, se desarrolló el proyecto 'Prácticas de lucha sostenible contra plagas en la agricultura gaditana', para el que la Diputación aportó 40.000 euros. Así, se estudiaron alternativas naturales al uso limitado de fungicidas con compuestos de cobre y azufre en viña ecológica; evaluación y seguimiento de las plagas Cryptobables gnidiella y Lobesia botrana (polilla del racimo), así como la relación de los daños provocados por la Ceratitis capitata en la uva; la lucha biológica en cultivos ecológicos de cítricos y aguacate o alternativas naturales al glifosato.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Hospitales Pascual
Hablamos con Dr. Francisco Bermúdez Ordoñez, Urólogo del Hospital Virgen de las Montañas