La bajada en la incidencia acumulada y en el número de positivos diarios también se refleja en los hospitales gaditanos, que en una semana ha logrado aminorar su presión asistencial con 46 pacientes menos, con 131 ingresos, aunque 29 de ellos permanecen en la UCI.

Y es que el verano, el aluvión de visitantes, la relajación de las medidas y la virulencia de la variante Delta no lo han puesto nada fácil, pese a que Cádiz estrenó el mes de julio con 52 pacientes y 8 en la UCI, una cifra que actualmente se multiplica tanto en planta como en críticos. 

En datos, fue a mediados de mayo cuando por fin se logró bajar de los cien enfermos hospitalizados por primera vez en ocho meses. A principios de este mismo mes estábamos en cifras similares a la actual con 129 ingresos y 33 en UCI. Pero a medida que la población se iba vacunando, los hospitales se iban calmando con solo 71 pacientes y 18 en UCI a primeros de junio y 52 y 8 en la UCI el 1 de julio. A partir de aquí llegó el subidón, en plena efervescencia de la quinta ola, con 77 hospitalizados y 9 en las UCI a mediados de julio y llegando a alcanzar los 136 con 15 en la UCI a principios de agosto, y asumiendo hasta 177 y 24 en críticos a mediados de agosto.

Una semana más tarde, justo en estos días, vuelven a bajar los ingresos, aunque la situación en la UCI no termina de aclararse con 29 pacientes todavía en estas unidades. 

Tirando de hemeroteca, el 8 de septiembre de 2020 se superó el centenar de casos con 104 y 17 en críticos, una cifra que se incrementó considerablemente en noviembre, que fue el momento duro de la segunda ola y el inicio de la saturación en los centros hospitalarios. El 15 de noviembre eran 340 los ingresos y 50 en UCI. Pero lo peor estaba por llegar, y fue con la tercera ola, la más letal de todas en Cádiz, liderando incluso el número de fallecidos a nivel andaluz con 783 muertos. Poco a poco el Covid se hizo dueño de plantas y más plantas de todos los hospitales, con 366 ingresos y 15 en UCI el 15 de enero, y alcanzando hasta los 900 a  principios de febrero. 

La presión asistencial en los hospitales ha sido uno de los marcadores determinantes para el control del avance del covid en los territorios y determinar el nivel de riesgo. Así lo estipularon las comunidades con el Ministerio de Sanidad, que creó el semáforo covid que regiría todos los parámetros influyentes.