Coronavirus en Cádiz

Coronavirus en Cádiz: Expertos en confinamiento

  • En Salvamento Marítimo están acostumbrados al confinamiento. Las tripulaciones de los barcos que vigilan nuestros mares suele pasar un mes a bordo, pero las circunstancias actuales han hecho que los relevos se den cada dos meses. La de la ‘Concepción Arenal’, con base en Barbate, relata su experiencia a 'Diario de Cádiz'

La tripulación del ‘Concepción Arenal’ posando en el buque atracado en el puerto de Barbate.

La tripulación del ‘Concepción Arenal’ posando en el buque atracado en el puerto de Barbate.

Hay personas que tienen un doctorado en confinamiento. En esta época en que hay quien mira la calle con una melancolía más propia de poetas atormentados por amores imposibles que de simples ciudadanos responsables, las gentes de la mar pueden darnos lecciones sobre cómo llevar bien lo que muchos llevan tan mal: no pisar la calle. A ver quien es el guapo que a partir de ahora antepone cualquier adjetivo mal sonante a esa palabra que encierra tanta libertad en apenas cinco letras. Nunca fue tan codiciada la calle como en la era del coronavirus. Pero para palabras cortas que bautizan algo inmenso ninguna como mar. Y de eso, de mar, saben muchos nuestros protagonistas. Hablamos de los miembros de la tripulación del buque Concepción Arenal, de Salvamento Marítimo, que tiene actualmente su sede en el puerto de Barbate y que llevan a bordo desde el pasado 28 de febrero. “Ahora mismo llevamos mes y medio en el barco. Lo habitual es estar un mes en el mar y otro en casa de descanso, pero ante la situación que vivimos se ha decidido que sean dos meses, para que la tripulación que llegue esté limpia de virus. En principio el relevo se hace el día 30 de abril. La empresa está buscando el protocolo adecuado. Va a intentar que los compañeros que tienen que sustituirnos vengan el día antes, se queden en algunos de los hoteles que ha designado el Gobierno para estos menesteres desde que se inició la cuarentena, se les hará los test diagnósticos de rigor y así cuando embarquen tendrán todas las garantías de que están limpios y que van a poder desarrollar su labor sin problemas”, comenta Antonio.

La Concepción Arenal es una embarcación sin base fija que se desplaza hasta donde más trabajo hay en cada momento. Ahora lleva un año mayoritariamente en Barbate, pero hace poco estuvo un mes en Algeciras controlando la zona.

El barco tiene 30 metros de eslora, no es el remolcador más grande de la flota de Salvamento Marítimo, pero tampoco es una pequeña lancha. Es una embarcación de servicio rápido, que cuenta con una dotación de ocho tripulantes, que se reparten en turnos de 24 horas. Siempre hay un oficial y un marinero que están de guardia, para no dejar el barco inoperativo en ningún momento. “Trabajamos fines de semana y festivos. Igual que si fuera un día laboral”, dice Antonio.

Uno de los tripulantes en el puente de mando de la ‘Concepción Arenal’. Uno de los tripulantes en el puente de mando de la ‘Concepción Arenal’.

Uno de los tripulantes en el puente de mando de la ‘Concepción Arenal’.

El estado de alarma les ha pillado en pleno turno. Están llevando relativamente bien esta época, pero eso sí, con la lógica preocupación por saber como está todo por sus casas, “por saber cómo está la familia y demás. Pero bueno, también nuestras familias son un poco especiales y están acostumbradas a sacarse las castañas del fuego por sí mismas. Están acostumbradas a nuestras ausencia por motivos laborales”.

“Yo soy de Ferrol, y por mi tierra decimos que para ser marinero hay que ser gallego”, comenta Antonio entre risas.

Nuestro interlocutor reconoce que para ellos no ha cambiado la situación en absoluto. “Estamos operativos como siempre. Sin ningún tipo de condicionante para seguir realizando las funciones de Salvamento Marítimo. Ahora estamos dos meses sin ver a la familia como ya he comentado. Pero bueno, también somos conscientes que somos unos privilegiados. Eso en nuestro gremio tampoco es tan extraordinario. Aquí todos hemos estado en diferentes momentos de la vida profesional tres o cuatro meses embarcados. Tampoco es algo a lo que estemos tan deshabituados”, reconoce.

Los tripulantes de la ‘Concepción Arenal’ llevan sin pisar tierra desde el 28 de febrero

La principal función de las embarcaciones de Salvamento Marítimo es la de remolcar pesqueros o barcos que quedan a la deriva y, también, pateras. “En el tema de las pateras las medidas de protección vienen a ser prácticamente las mismas que se están utilizando ahora con el brote del dichoso coronavirus. Tenemos EPIs, mascarillas, guantes y de todo. En el barco llevamos protección para el tiempo que estamos de guardia”.

Eso sí, Antonio reconoce que “la distancia de seguridad entre nosotros no se puede guardar porque los espacios son muy pequeños en un barco, pero por ejemplo acaba de llegar la frutería y todo se deja en cubierta, se guarda la distancia con los repartidores, el género se queda ahí en cubierta, se desinfecta con productos adecuados y luego, una vez que están limpios y secos, se llevan para adentro a la despensa para mantenerlo todo con la mejor higiene posible”.

Un tripulante vigilando el mar. Un tripulante vigilando el mar.

Un tripulante vigilando el mar.

Desde que el Gobierno de Pedro Sánchez decretó el estado de alarma el pasado 14 de marzo muchas cosas han cambiado en el país. España ha dejado de ser puerta de entrada a Europa para convertirse, como Italia, en uno de los principales focos de la enfermedad en el mundo, con miles de muertos y decenas de miles de contagiados. Por ello, las mafias que trafican con seres humanos en el Estrecho de Gibraltar han visto cómo el negocio se les venía abajo. Desde Salvamento Marítimo comentan que efectivamente el descenso en el número de pateras que se aventuran a cruzar el Estrecho de Gibraltar para alcanzar las costas gaditanas es algo totalmente desconocido para ellos. “Se nota que Marruecos ha sacado al ejército a la calle para controlar el virus, con lo cual también hay menos pateras en el Atlántico. Los números, a mi parecer y al de varios compañeros, son incomparables con nada que hayamos vivido con anterioridad, nadie recuerda este parón de pateras antes. Llevo seis años por esta zona y nunca estuvimos así”.

En cuanto a la pesca los barcos están notando esta crisis y están teniendo problemas para faenar. “El pescado no está llegando a precio en los mercados, y algunos armadores están aprovechando para hacer reparaciones y mantenimientos que ya tenían que hacer habitualmente para estar preparados cuando todo vuelva a la normalidad”.

“La gente de la mar –continúa Antonio– vivimos un poco en nuestros cubículos y aislados de grandes problemas. La gente, exceptuando los primeros días que fue todo un poco caótico, es bastante responsable. Estamos mentalizados”.

Reconocen que nunca habían visto tan pocas pateras circulando hacia costas españolas

Pero, no obstante, la crisis que vive el país sí que les llega. “Son noticias preocupantes, claro. Por ejemplo la sede de las oficinas de la empresa están en Madrid. Ha habido compañeros allí que han tenido familiares afectados, que les ha tocado más de cerca este drama. Aquí por ejemplo Barbate es una zona limpia cien por cien. La gente de la flota somos de pueblos pequeños, sitios donde el virus no llegó con la fuerza que lo hizo a las grandes ciudades de toda Europa. La presión a nosotros nos viene dada más por lo que vemos en los medios de comunicación que por lo que sentimos en los pueblos donde tenemos la base o donde volvemos tras acabar nuestro periodo en la mar. Yo, siendo del Ferrol, que recoge datos de todos los alrededores, estoy un poco con el miedo de los padres mayores o sobre todo de mi abuela, pero ya digo que intentamos no pensar en negativo”.

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