A Cádiz se le agota el agua
Sequía
Los embalses de Los Hurones y Guadalcacín, que abastecen la cuenca del Guadalete, presentan un aspecto muy preocupante justo cuando acaba el año hidrológico 2022/2023
Los pantanos de Cádiz sólo tienen agua para siete meses si no llueve
San José del Valle/Cielos despejados. Altas temperaturas. Ni rastro del otoño. El veranillo de San Miguel aprieta y ahoga a los pantanos de la cuenca gaditana. El año hidrológico finalizó el pasado sábado, como cada 30 de septiembre, con unas cifras acumuladas de precipitaciones muy por debajo de lo esperado. Otro ejercicio más de sequía severa ha provocado que los embalses gaditanos presenten un aspecto desolador y que la amenaza de las restricciones aparezca en el horizonte con forma de esa nube oscura que mejor sería ver dibujada en el cielo.
Cádiz está seca. El campo se muere de sed y desde las presas de Los Hurones o Guadalcacín, esos mares dulces que abastecen a comarcas como la Bahía o la Campiña de Jerez, la visión no invita al optimismo.
El pasado miércoles un equipo de este diario visitó ambos y pudo comprobar de primera mano que la frialdad de las cifras apenas si hace justicia a la preocupante realidad. Los estratos del terreno, con sedimentos acumulados a lo largo de décadas, quedan a la vista. El pantano de Los Hurones, del que beben miles de gaditanos de la Bahía, se encuentra al 34,11% de su capacidad, con una reserva de apenas 46,15 hectómetros cúbicos (un hectómetro cúbico equivale a 1.000 millones de litros de agua). Si no llueve pronto, y de manera continuada, podrá bajar a niveles que acaben por afectar a la calidad del preciado líquido que almacena.
En este último año hidrológico la precipitación acumulada en el pantano de Los Hurones es de 629 mm. Para medir el agua de lluvia que cae en un sector determinado se utiliza un pluviómetro. Un milímetro corresponde a un litro de agua en un metro cuadrado. Si Los Hurones acumuló 629 milímetros, corresponde a 629 litros de agua en un metro cuadrado.
Los Hurones recibe agua del trasvase del Guadiaro-Majaceite y, a su vez, desembalsa al cercano pantano de Guadalcacín, el más grande de la provincia, con una capacidad de almacenamiento que varía según las fuentes y las condiciones específicas, pero que suele situarse en torno a los 377 hectómetros cúbicos.
Cristóbal Moreno, jefe general de la presa de Los Hurones y, posiblemente, el hombre que mejor conoce la historia de la infraestructura y de su poblado, recuerda que en el año hidrológico 2009/2010, desde Los Hurones se estuvo desembalsando agua hacia el Guadalcacín hasta en 66 días alternos. “Calculo que traspasamos como dos veces y media la capacidad de Los Hurones”, nos informa.
Hay que tener en cuenta que a Los Hurones también llega agua procedente de Grazalema, aunque incluso en una de las zonas tradicionalmente más lluviosas del país, se deja notar la sequía. Es más, el embalse de Zahara-El Gastor está actualmente al 4,15% de capacidad, con sólo 9,25 hectómetros cúbicos.
Las últimas lluvias caídas a principios del mes de septiembre no han aliviado la reserva de agua del pantano situado entre San José del Valle y Algar, en uno de los parajes más bellos de la provincia, pero sí que han hecho brotar en sus márgenes la conocida como hierba otoñera, que ayuda a evitar que el terreno se reseque aún más. Para que agarre y no se pierda necesita que siga lloviendo, algo que, al menos en las próximas semanas, parece improbable.
Tras abandonar el poblado del pantano de Los Hurones, donde la Junta de Andalucía está realizando una importante inversión con fondos europeos para su futura explotación turística, es momento de examinar el estado del gigantesco Guadalcacín. Su inmensidad nos recibe con los rayos del sol refulgiendo en la zona más cerca al rebosadero. El nivel de las aguas ha bajado tanto que incluso ha dejado al descubierto dos estructuras cónicas. Aunque la torre de vigilancia y control de la presa se alza cada vez más alejada del nivel del pantano, que actualmente está al 18,97%, lo cierto es que todavía conserva 151,82 hectómetros cúbicos de agua, siendo de largo el que más acumula de toda la provincia. También hay que tener en cuenta que su capacidad es de 800 hectómetros cúbicos. En este año hidrológico recién acabado el Guadalcacín ha recibido 576,5 mm, por debajo de otros mucho menor en tamaño como el Charco Redondo (618), Barbate (608,8), Arcos (610,7) e incluso del Almodóvar (655,2), que con sólo 5,7 hectómetros cúbicos de capacidad total es el menor de los embalses gaditanos.
En algunas zonas que rodean la presa el terreno aparece cuarteado y reseco. Incluso el mencionado rebosadero ha quedado alejado decenas de metros de donde se sitúa actualmente la orilla del embalse, convirtiéndolo casi en un elemento ajeno al conjunto.
Son las consecuencias de una sequía pertinaz que está poniendo en aprietos ya no sólo a los agricultores de toda la provincia sino incluso el consumo humano. A Cádiz se le acaba el agua y la necesita como el beber.
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