2020 nos llevó a activar fórmulas de relaciones interpersonales impensables hasta hace año y medio. Parejas que tenían que quedar en el supermercado para verse, que no tocarse y menos besarse, en los pasillos, entres estanterías y con miedo y, siempre, con un rollo de papel higiénico o un paquete de harina en la mano para que nadie pudiera sospechar que no fuera la casualidad la que les había llevado a tan romántico destino.

El covid dio un paréntesis pero la llegada de una ola tras otra está haciendo que las parejas se lo piensen con tranquilidad antes de iniciar los trámites para poner en marcha los preparativos nupciales para dar el, para muchos, ansiado “Sí, quiero”.

Claudia Pascual, directora de eventos del hotel Fairplay de 5 estrellas.

Muchas parejas lograron casarse entre ola y ola, aunque no pudieran hacerlo de la manera soñada, con cientos y cientos de invitados, con largos bailes y barras libres que llevaran a unir la noche con el día. Tras el pasado verano, algunos futuros matrimonios parece que han encontrado la fórmula idónea para no tener que eternizar noviazgos y poder pasar o por la vicaría o bien por el salón de plenos municipal para unirse hasta que la muerte les separe.

De momento la muerte no, pero sí el covid logró separarlos y hacer inviable cualquier contacto que fuera más allá de tirarse el besito desde el balcón al más puro estilo de la serie “Cuéntame”. Pero la normalidad intenta abrirse camino y se ha dado ya con una fórmula factible para jurarse, por fin, amor eterno. Eso sí, con pocos preparativos, pocos invitados y con la posibilidad de cancelarlo todo si el coronavirus vuelve a dar otro golpe de mano que vuelva a congelar al mundo entero.

La pandemia ha llevado a los hoteles a extremar la flexibilidad de su política de cancelaciones

Claudia Pascual, adjunta a la Dirección General del grupo hotelero Nuevas Iniciativas Sociales y directora de eventos de hotel Fairplay de Benalup y de los apartamentos Al Sur Vacaciones de Chiclana, afirma que no sólo están anotando ya llenos hasta la bandera con el turismo nacional que está llegando hasta sus establecimientos procedente de todos los rincones de España, sino que se está reactivando la actividad de congresos y eventos empresariales, sobre todo en el Fairplay de Benalup. Y junto a estos, las bodas. “Se da la circunstancia de que nos encontramos con eventos que se organizan con muy poco tiempo de antelación. Son muy repentinos y nos vemos obligados a organizar, incluso en poco más de un mes, todo tipo de bodas y eventos”.

Pero la experiencia es un grado y Claudia Pascual lleva a sus espaldas muchas de estas celebraciones y ha sabido asimilar con prontitud esta nueva fórmula que está haciendo posible que muchas parejas logren casarse y puedan hacerlo en un lugar tan privilegiado como es el hotel Fairplay.

Imagen de las inmejorables instalaciones del hotel Fairplay de Benalup

En la actualidad, este establecimiento hotelero de 5 estrellas, cuenta con 134 habitaciones que se distribuyen en patios simulando la arquitectura de un pueblo andaluz. “Son como muchas casitas de un pueblecito de nuestros alrededores pero realmente son como habitaciones, ya que no cuentan con cocina propia. 60 de estas habitaciones tienen capacidad para albergar a entre tres y cinco personas”. Esto, según recuerda la directora de eventos del resort Fairplay, hace posible que este rincón de la provincia de Cádiz se convierta en el lugar elegido en verano por muchas familias españolas que buscan buen servicio y, sobre todo, mucha seguridad.

Tanto una cuestión como la otra están perfectamente cubiertos por los responsables del Fairplay, ya que “muchos de nuestros clientes sondean otros muchos establecimientos antes de llegar a nosotros y terminan entrando por nuestras puertas, sobre todo por el servicio que aquí le prestamos”. En cuanto a la seguridad, “se ha convertido en una máxima tanto para nuestros clientes como para nuestros trabajadores y las mascarillas, los hidrogeles y las distancias de seguridad se han integrado en el día a día de nuestra rutina y nuestros clientes detectan ahí que es un lugar en el que se sienten realmente seguros”.

Y volviendo a las bodas, la también adjunta a la Dirección General de Nuevas Iniciativas Sociales incide en que las bodas que se están organizando a día de hoy no sólo son “muy repentinas” sino que se montan con un número muy limitado de invitados. “Otra peculiaridad que también detectamos y que está directamente relacionada con el covid es que se están adelantando incluso en los horarios. Si antes preferían las tardes noches, ahora prefieren adelantarlo todo y coger más horas de la tarde por aquello de la limitación horaria en las celebraciones y concretamente en las barras libres”.

Muchas parejas sí lograron que el covid no fuera obstáculo para llevar a cabo su unión matrimonial

Son muchas las imposiciones que están viniendo de la mano del coronavirus pero los establecimientos como el Fairplay de Benalup o el aparthotel de Chiclana están logrando poner pie en pared y llevar hasta el altar a muchas parejas que tuvieron que posponer ese “Sí, quiero” o el “Hasta que la muertes les separe” hasta nuevo aviso.Al otro lado, según Claudia Pascual, están las parejas “que ya son muchas”, que están reservando el hotel para 2022 o incluso para 2023, fecha en la que ya esperan se puedan llevar a cabo este tipo de bodas y eventos con una normalidad que se parezca bastante a todo lo que ocurría hasta ese terrorífico marzo de 2020.De ahí que desde la Dirección del Fairplay estén recomendando a los futuros contrayentes que hagan las reservas lo antes posible. Y algo que corre a su favor, es la relajada política de cancelaciones. La propia Claudia Pascual recuerda que en este aspecto “todo corre a favor del cliente y llevamos una política de cancelaciones que siempre mira por el usuario, a la vista de que son las circunstancias las que mandan y la salud está por encima de todo”.

En cuanto a las instalaciones, la directora de eventos del Fair Play enumera las bondades de sus establecimientos de Benalup y de La Barrosa, en Chiclana.

En la localidad jandeña cuentan con miles de metros cuadrados e incluso con un helipuerto que completan una envidiable carta de servicios. “Esto hace posible que nos hagamos cargo de la organización de cada momento de las celebraciones. Lo mismo recibimos a los contrayentes en helicóptero como nos acercamos a recogerlos al aeropuerto”.Este listado de bondades hace que “nuestros clientes se conviertan en algo más que clientes y lo demuestran año tras año repitiendo y convirtiéndose en amigos fieles que tienen en el Fairplay un lugar idóneo para sus vacaciones tanto de invierno, incluyendo la Navidad o la Nochevieja, como de verano”.

El covid les cogió desprevenidos como al resto del mundo, pero Claudia Pascual afirma que les ha enseñado mucho. “Lo pasamos muy mal porque eran muchos los eventos, congresos, convocatorias empresariales de incentivos y bodas las que teníamos organizados y, todo, todo, se fue al traste. Nos pusimos manos a la obra para que este problema no repercutiera en nuestros clientes, de manera que ofrecíamos la posibilidad de posponer y dejar el dinero en depósito para que, en cuanto se pudiera, intentar volver a una normalidad que se está haciendo de rogar pero que ya va llegando a la vista del gran número de bodas que se están cerrando tanto para este año como para los venideros”.