El Juzgado de Instrucción número 4 de Jerez acogió ayer la vistilla del crimen del botellódromo, encuentro de las diferentes partes (defensas y acusaciones) ante el juez para concretar la imputación de los hechos que se juzgarán en la sede jerezana de la Audiencia Provincial en unos meses.

Asistieron a la vistilla los imputados, Jaime D.R., de 18 años, y Fernando M.R., de 19. También lo hicieron el fiscal, Francisco López, y los abogados Manuel Hortas y Agustín Velloso (defensores) y Alfredo Velloso (acusación particular ejercida por la familia de la víctima, Jairo Gómez).

El acto judicial fue abierto por el fiscal, quien sostuvo la siguiente versión de los hechos. Poco antes de las 1,30 horas de la madrugada del 22 de julio en la explanada del botellódromo estaban los dos imputados, que inicialmente "no estaban juntos". Se entabló una discusión entre el fallecido y Jaime D.R. por una disputa acaecida durante la pasada Feria del Caballo. "De forma inopinada, Jairo golpeó en el rostro con la mano a Jaime iniciándose por este hecho una reyerta. Casi inmediatamente se implicó en los hechos Fernando M.R., que introduciéndose entre los contendiente facilitó una navaja a Jaime". Éste último asestó "de forma sorpresiva un total de cuatro puñaladas a Jairo, puñaladas que recayeron sobre el costado izquierdo". Como consecuencia de ello, sostuvo el fiscal, el joven murió en pocos minutos después al resultar alcanzado el corazón por una herida mortal de necesidad.

Por todo ello, el ministerio público solicitó al juez que se tipifiquen los hechos como un asesinato con alevosía "al tratarse de un ataque inesperado y sorpresivo". Vino a señalar el fiscal que la pelea, ciertamente, la inició Jairo, pero fue con las manos y sin que se utilizara arma alguna. La acusación particular se adhirió a las conclusiones del fiscal.

Fue Hortas el primero de los abogados defensores en intervenir. Expuso al juez, Valeriano Palomino, otra versión de los hechos. Dijo que todo comenzó cuando un tal Josua, que en diversas ocasiones se había enfrentado con Jaime D.R., pidió al fallecido que agrediera a este último. Días antes, agregó, su defendido fue herido de forma grave por el tal Josua. "Esta persona es quien pide a Jairo que agreda a Jaime sin razón alguna que lo justifique y en el curso de esta agresión Jaime sufre lesiones con un instrumento cortante al que intenta acceder para evitar que se le siga agrediendo. En esta acción de defensa es cuando hiere a Jairo".

Para terminar, el abogado Agustín Velloso, defensor de Fernando M.R., destacó que su defendido no tuvo intervención alguna en la reyerta.