Italia

El Gobierno de Letta logra la confianza del Parlamento con el apoyo de Berlusconi

  • El Ejecutivo supera la moción tanto en el Senado como en el Congreso. La marcha atrás del ex primer ministro se produce después de que una veintena de sus diputados se desmarcaran de la línea de ruptura.

El Ejecutivo italiano de Enrico Letta superó la moción de confianza en el Parlamento con la que aseguró su continuidad, en una jornada en la que el líder conservador Silvio Berlusconi le brindó su respaldo en una maniobra inesperada, tras haber forzado la apertura de la crisis de Gobierno. En el decisivo trámite en la Cámara Alta, Letta salió reforzado en el voto de confianza, al obtener el apoyo de 275 senadores, frente a los 70 que votaron en contra, una mayoría incluso superior a la lograda durante la investidura el pasado 30 de abril. El voto parlamentario llegaba después de que el pasado sábado los cinco ministros del partido del ex primer ministro, el Pueblo de la Libertad (PDL), que formaban parte del gabinete de Letta presentaran su dimisión, siguiendo la "invitación" de Berlusconi y sumiendo al país en la incertidumbre política.

El Gobierno de Letta superó también en la Cámara de los Diputados italiana la moción de confianza planteada por el primer ministro. Cinco meses después de su llegada al frente del Ejecutivo, la Cámara Baja le renovó su respaldo con 435 votos a favor y 162 en contra, un resultado algo inferior a los 453 apoyos que logró el día de su investidura en este hemiciclo el 29 de abril pasado.

Letta acudió al Parlamento para comprobar sus apoyos, en un trámite en el que la atención estaba puesta en los resultados del Senado, puesto que en este hemiciclo el primer ministro perdería la mayoría absoluta sin el apoyo del PDL de Berlusconi. Letta se presentó ante la Cámara Alta conocedor de las divisiones generadas en el seno del PDL por la dimisión de los ministros, que, pese a acatar la orden, criticaron la medida, y jugó sus cartas durante su comparecencia advirtiendo de que una caída del Ejecutivo ahora podía ser "fatal e irremediable" para Italia.

El jefe del Gobierno, quien fue aplaudido durante su intervención en varias ocasiones, subrayó, además, la extenuación que viven los italianos por los conflictos de la política, todo en una sesión en la que se registraron diferentes interrupciones, como la del senador del PDL Domenico Scilipoti, que le valió la reprimenda del presidente del hemiciclo, el ex magistrado Piero Grasso. Letta defendió el valor de la estabilidad y la capacidad del Gobierno de acometer las reformas que necesita el país para volver al crecimiento, la creación de empleo y para cumplir con los compromisos adquiridos ante la Unión Europea.

Tras su alocución, una veintena de parlamentarios del PDL ratificaron su intención de apoyar al primer ministro para asegurar su continuidad, desmarcándose de la línea fijada por Berlusconi. Una toma de posiciones que parecía sellar la escisión en el seno de la formación conservadora, después de que ayer el secretario del PDL, Angelino Alfano, hasta ahora considerado el delfín político de Berlusconi, pidiera un voto de todo el partido a favor del Gobierno.

En un primer momento, Berlusconi ignoró todas las señales de alarma ya que los parlamentarios que todavía le eran fieles indicaron que iban a seguir adelante con la ruptura con Letta. Sin embargo, en el último momento, el dirigente conservador dio un nuevo golpe de efecto al tomar la palabra de forma inesperada en el Senado para anunciar su cambio de marcha y asegurar su respaldo al Ejecutivo.

Berlusconi atribuyó su decisión al compromiso exhibido por Letta en su discurso con la puesta en marcha de medidas destinadas a la contención fiscal y la reducción de los impuestos sobre el trabajo, entre otras, al tiempo que destacó que Italia "necesita un Gobierno que produzca reformas". Sentado junto a un Alfano de semblante serio, Letta reaccionó al anuncio con una sonrisa, entre la incredulidad y la satisfacción, mientras Berlusconi no abandonó el rostro sombrío que mantuvo durante toda la sesión al volver a sentarse, aplaudido por los suyos tras su alocución.

Pese al renovado apoyo de Berlusconi, desde el Partido Demócrata (PD) de Letta, se atribuye la rectificación a su deseo de esconder "una derrota política", mientras que el ministro para las Relaciones con el Parlamento, Dario Franceschini, miembro de la formación, se atrevió a hablar del nacimiento de una nueva mayoría de apoyo al Ejecutivo. La incógnita ahora está además en ver cuál será el futuro del PDL y cómo las tensiones dentro de la formación afectaran al liderazgo de Berlusconi, mientras que diferentes dirigentes del partido abogan por la creación de grupos parlamentarios independientes.

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