Aunque la construcción de la nueva terminal de autobuses supone un hito en la ciudad portuense, que no cuenta con nada parecido, dirigentes vecinales que lucharon para lograr su construcción consideran que la puesta en marcha de un intercambiador de estas características es insuficiente.

En este sentido, Enrique Valle, quien fuera uno de los miembros más activos de la Federación Local de Asociaciones de Vecinos (Flave) ha manifestado que se reafirma en que "es una vergüenza que quieran hacer ver que es un intercambiador lo que pedíamos".

Insiste en que después de tantos tantos años detrás de una pancarta, "incluso con todos los que conformaban la Corporación, jamás pedimos un simple intercambiador". Enrique Valle lamenta que después de 20 años "no podamos tener algo digno en nuestra ciudad", en alusión a la petición por los vecinos y asociaciones de una terminal en toda regla, "un edificio mayor, con más dársenas y servicios como una consigna, taquillas y cafetería". 

Enrique Valle centra su queja en el tipo de equipamiento que se construirá en El Puerto, un intercambiador con cuatro dársenas, "cuando los vecinos siempre pelearon por un edificio de mayor entidad, como el que se ha construido en Chipiona, con apenas 20.000 habitantes, mientras El Puerto tiene más de 90.000. En el caso de la ciudad chipionera el edificio tiene ocho dársenas, el doble que el intercambiador de El Puerto".

"Consideramos que no hay nada de que celebrar ni nada de lo que de sentirnos orgullosos. Este es otro fracaso de nuestra clase política; en este caso del PP local, provincial y autonómico", concluye el antiguo dirigente vecinal.