Plan Director para la convivencia en los centros escolares

La prevención, la mejor defensa

Una de las charlas impartidas por las agentes en un colegio durante este último curso.

Una de las charlas impartidas por las agentes en un colegio durante este último curso. / CNP

Las agentes de la Policía Nacional Nuria García y Macarena García son las encargadas de llevar a cabo, desde la Comisaría de El Puerto-Puerto Real, el Plan Director para la convivencia y mejora de la seguridad en los centros escolares. Desde el año 2007 este programa diseñado por el Ministerio del Interior trata de acercar la presencia de la Policía Nacional a los centros educativos no desde un punto de vista represor ni amenazante, sino desde la perspectiva de la prevención y la confianza, de manera que ante el riesgo de distintos peligros que sobrevuelan colegios e institutos, tanto los estudiantes como los profesores y las familias sepan que tienen una puerta a la que llamar y una mano tendida.

A lo largo del pasado curso un total de 38 centros han participado en estas charlas impartidas por las agentes del grupo de Participación Ciudadana de la Comisaría, a demanda tanto de los propios centros como de las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Ampas), atendiendo a cerca de 6.900 alumnos tanto de Educación Infantil como de Primaria, ESO, Bachiller Y Formación Profesional.

Este programa está en marcha desde 2007 y cada vez tiene una mayor demanda, sobre todo ante el auge de algunas amenazas como el uso de Internet por parte de los menores y los riesgos que puede conllevar una mala utilización de las nuevas tecnologías.

Las dos agentes explican que hoy en día muchos niños de diez años ya disponen de un teléfono móvil con acceso a Internet, algo que sin la vigilancia parental adecuada puede desembocar en serias amenazas para los menores y en situaciones de riesgo que, si bien siempre han existido, como el acoso escolar, ahora se multiplican debido a su vertiente digital. “Internet tiene un alcance incalculable y a los estudiantes les trasladamos casos reales que se dan a diario y que se pueden prevenir con unas pautas muy sencillas, al tiempo que les orientamos para que sepan a dónde acudir en caso de que se produzca un problema”, explican las agentes.

Estos espacios seguros a los que acudir siguen la regla de las tres ‘P’: Padres, profesores y Policía, y no siempre el alumno escoge este orden para comunicar lo que le preocupa, en muchas ocasiones por la vergüenza de contar lo ocurrido en el ámbito familiar o personal.

Las charlas fomentan valores de respeto, responsabilidad, igualdad y convivencia

Las charlas relacionadas con los peligros de Internet son quizás de las que más demanda tienen, por ser un problema en auge en estos tiempos, y se atiende a amenazas como el sexting (envío de fotos de contenido íntimo de las que después se hace un mal uso), el grooming (adultos que se hacen pasar por una persona joven para ganarse la confianza de alguien) o suplantación de la identidad. “No somos conscientes de los riesgos de tener a mil desconocidos compartiendo nuestra vida. ¿Os gustaría que mil desconocidos os siguieran por la calle?”, les preguntan a los alumnos en algunas de estas charlas, para que se den cuenta de la amenaza que supone esa puerta abierta a su intimidad de la que muchas veces no son conscientes por el afán de ser populares. La supervisión de los padres es fundamental en estos casos, en una época en la que están creciendo los malos tratos de los hijos hacia los padres cuando se quiere poner coto, demasiado tarde, a la dependencia de los dispositivos móviles.

Algunos de estos casos como el sexting han desembocado, en no pocas ocasiones, en extorsiones e incluso en intentos de suicidio. En estas charlas algunos estudiantes se han visto reflejados en estas casuísticas y han acudido a las agentes para pedir ayuda.

También son muy demandados los talleres sobre violencia de género, con casos preocupantes de control y chantaje emocional a través del móvil, y otros temas como el consumo de drogas y de alcohol o incluso los abusos sexuales.

En cuanto al consumo de drogas y de alcohol, el plan director conlleva también una fase encaminada a incrementar la vigilancia policial en las inmediaciones de los centros escolares para prevenir y combatir el tráfico , el consumo y la tenencia de drogas, prevenir cualquier tipo de conducta violenta entre los jóvenes y mejorar la seguridad en el entorno. El consumo de alcohol está muy normalizado entre muchos jóvenes que participan habitualmente en botellones, sin medir las consecuencias que pueden derivarse de un consumo excesivo y temprano de alcohol. Para ello en algunas de las charlas participan personas que han tenido experiencias traumáticas con las drogas o el alcohol, trasladando también su experiencia en primera persona.

La labor de las agentes de Participación Ciudadana no se limitan a los centros educativos, ya que estas charlas se ofrecen también en otro tipo de ámbitos, aunque en el caso de los menores son especialmente relevantes por tratarse de un colectivo vulnerable que necesita herramientas para enfrentarse a los riesgos de la sociedad actual.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios