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Teatro/Puños de harina

Dos hombres en un rincón frente al mundo

  • Gran aceptación de la obra 'Puños de harina', del portuense Jesús Torres

Jesús Torres, en una escena de 'Puños de harina'.

Jesús Torres, en una escena de 'Puños de harina'.

Existía expectación por ver la obra 'Puños de harina', del portuense Jesús Torres, segunda función del ciclo teatral de otoño que se viene celebrando en el teatro municipal Pedro Muñoz Seca.

Jesús Torres es un autor y actor portuense poco conocido en la ciudad, a pesar de venir escribiendo obras dirigidas a jóvenes y adolescentes en institutos y colegios desde el año 2008, de la mano de El Aedo teatro, denunciando el racismo, el machismo, la homofobia y xenofobia.

Jesús Torres es el que pone en pie la obra también cono actor, en un doble monólogo  desde un cuadrilátero de boxeo en el que se celebran dos combates con diez asaltos.

Los dos púgiles se dirigen a nosotros defendiendo valores humanos y contra el racismo y la xenofobia.

Uno de los personajes es el alemán Rukeli, gitano que luchó contra el nacismo en su país. El otro es Saúl, gitano español que busca su identidad y trata de sobrevivir en una familia tradicional.

La obra se plantea el concepto de masculinidad y las normas que la sociedad espera de los hombres y su comportamiento.

La obra ha cosechado numerosos premios como el otorgado por la Fundación SGAE, el de la Cultura con Orgullo o el de los Pueblos del Sur de Europa. Este año fue nominada por la mejor iluminación realizada por Alicia Pedraza.

En general la escenografía es uno de los principales factores del éxito de esta obra, a cargo de Mario Pinilla y el propio Jesús Torres, así como la coreografía de Mercé Grané.

En el escenario un cubo luminoso acoge un cuadrilátero que crea un minicosmos alrededor de los dos púgiles que mantienen un combate sobre la lona.

La obra fue muy del agrado del público que llenaba el Pedro Muñoz Seca y que premió al autor e intérprete con una larga y calurosa ovación que hizo que saliera repetidas veces a saludar desde el proscenio.

Un montaje que se recordará durante mucho tiempo y que nos deja el buen sabor de boca de una original escenografía y una gran dirección.

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