La polémica vivida en las últimas semanas en torno a las atracciones sin licencia de Valdelagrana ha llegado a su fin y ha tenido sin duda una clara parte perdedora, las más de 20 familias que llegaron a principios de julio hasta El Puerto para trabajar en verano y que han visto cómo apenas han podido hacer durante nueve días.

Uno de los representantes de las empresas afectadas no podía ocultar esta mañana su abatimiento ante lo ocurrido, mientras se realizaban los trabajos de desmontaje de las atracciones, que se prolongarán aún durante cinco o seis días más, ya que además se están haciendo de forma muy precaria, al haber cortado el Ayuntamiento la luz y el agua a las instalaciones cuando se decretó su cierre. "Esto es muy triste, no se lo deseo ni a mi peor enemigo", señalaba este representante de una de las empresas", uno de los que a lo largo de las últimas semanas ha estado protestando a las puertas de Urbanismo para tratar de agilizar la obtención de una licencia que finalmente nunca llegó.

Fue en la noche del martes cuando el Ayuntamiento hizo oficial, a través de un comunicado, la decisión de ordenar el desmontaje de las atracciones, después de que la comunidad de propietarios Blegamar, de Valdelagrana, hiciese pública la denuncia por posible prevaricación contra el alcalde, Germán Beardo, y varios de sus concejales.

Los feriantes estiman en unos 60.000 euros las pérdidas directas que han sufrido por esta decisión, además del lucro cesante, aunque mucho mayor es la indemnización que podrían pedir al Ayuntamiento por daños y perjuicios, unos 500.000 euros, una reclamación que están barajando interponer.

Y es que además tienen pendiente el pago que les reclama el Ayuntamiento  en concepto de tasas por ocupación del suelo, unos 40.000 euros que  tienen que abonar incluso cuando las atracciones apenas han funcionado diez días.

Un cartel junto a las atracciones se pregunta de quién ha sido el error.

Los feriantes, resignados, achacan a intereses políticos lo ocurrido y explican que obviamente a ellos en un principio se les dieron todas las facilidades por parte del Ayuntamiento, aunque el complicarse el asunto por las denuncias de la oposición y por la judicialización del caso por los vecinos, esas facilidades desaparecieron.

Los feriantes recuerdan que en toda España se han alcanzado acuerdo con las diferentes autoridades políticas para que se  ayudara a este gremio a salir adelante, una vez que se han suspendido todas las ferias del país a causa de la pandemia, pero en este caso no solo no se les ha ayudado sino que además tienen que soportar graves pérdidas económicas.

También explican que tras conocerse la decisión han sido varios los vecinos de Valdelagrana que se han acercado hasta la  bolsa de aparcamientos que ocupan para expresarles su apoyo, sin entender que esta historia haya terminado de manera tan triste para ellos. 

El argumento dado el martes por el Ayuntamiento para ordenar el desmontaje ha sido que la licencia, en el mejor de los casos, hubiera llegado en septiembre, por lo que no merecía la pena la espera, al ser una actividad solicitada hasta finales de agosto.