El taller de velería y cabuyería organizado por la asociación de Vela Latina desborda su aforo

El 'Taller de iniciación a la velería y a la cabuyería' y reparaciones menores de emergencia en velas, celebrado el sábado en El Puerto de Santa María, en las instalaciones de la zona portuaria, completó el aforo. Estuvo organizado por la asociación Vela Latina del Golfo de Cádiz, con la colaboración de la Autoridad Portuaria (APBC) y fue impartido por Nicolás Muñoz Basallote, investigador de Historia Marítima y gran conocedor de las técnicas relacionadas con el mundo de la vela tradicional.

Asistieron un total de 22 personas de diferentes ámbitos, entre ellos armadores, aficionados a la vela, estudiantes de náutica y profesionales de la Fundación Vela Clásica de Puerto Sherry.

El taller se compuso de tres bloques. En el primero de ellos, teórico, se abordaron algunos aspectos básicos sobre tipologías de embarcaciones, velas y aparejos náuticos. Se explicaron además las diferencias entre las distintas modalidades de fabricación de velas, ya sean tradicionales, clásicas o modernas.

El segundo bloque tuvo un contenido teórico-practico y versó sobre reparaciones menores de emergencia en velas. Se valoró cuándo es conveniente arreglar una avería en una vela por uno mismo y cuándo es necesario acudir a un profesional. Se abordaron, además, dos formas de arreglar averías sencillas: una, usando tejidos adhesivos y la segunda aprendiendo a coser a mano, a zurcir, lo que es propio de veleros más experimentados.

La tercera parte consistió en una lección práctica sobre cabuyería tradicional, consistente en aparejar un motón o cuadernal de madera. Para ello, se explicaron las técnicas necesarias, tales como el nudo constrictor, el ayuste o costura corta y la ligada plana.

Durante todo el taller se fueron analizando cada uno de los materiales propios de la Velería Moderna y Tradicional, empleándose como soporte didáctico numerosas muestras de tejidos, cabos de distinto tipo y materiales y herramientas varias propias de la profesión del velero, así como velas reales, que los alumnos pudieron ver y tocar para comprobar de primera mano las ideas que se fueron desarrollando a lo largo de las tres horas y media del taller.