El agujero abierto en la calle Espíritu Santo que denunciamos la pasada semana, y que unos días después fue tapado con tablones para evitar una posible caída, vuelve a estar destapado al haber desaparecido misteriosamente en el día de ayer las tablas que lo cubrían.
No sabemos si algún amigo de lo ajeno ha decidido aprovechar los tablones para otro fin, pero el caso es que el peligro de este agujero en una zona de tránsito a un colegio sigue presente. Esperemos que los responsables repongan pronto la tapa metálica que falta para evitar más capítulos de este culebrón.
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