Este martes se ha procedido a la firma del acta de replanteo con la que se da el pistoletazo de salida que permitirá la ejecución de las obras de restitución de la tubería de abastecimiento al Poblado de Doña Blanca. Este proyecto, muy demandado por los vecinos, tiene una inversión de 232.152,45 euros y un plazo de ejecución de dos meses.

Hasta la zona se desplazaron  el alcalde de El Puerto y presidente de Apemsa, Germán Beardo, el director gerente de la empresa, Juan Ángel Poyatos, el concejal de Participación Ciudadana, Javier Bello, y representantes de la dirección de obras, la constructora y técnicos municipales y la empresa de aguas. Se trata de la sustitución de la tubería por completo, desde su punto de conexión con la tubería general hasta la conexión con la red de distribución del Poblado.

La tubería del Poblado de Doña Blanca tiene 125 milímetros de diámetro, es de fibrocemento y tiene más de 50 años de antigüedad. Se abastece directamente de la conducción general de 300 mm que viene del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana y discurre por el margen derecho de la carretera A-2002 y, a continuación, paralela a la carretera CA-3106, que es la que llega a Doña Blanca. La presión de la conducción general es superior a la que puede soportar esta tubería. Por ello, para conseguir una presión que asegure la estabilidad de la tubería, en su día se instalaron dos reguladoras de presión. A pesar de eso, la tubería está tan debilitada por el paso del tiempo que ya no soporta ni esta presión reducida, por lo que se rompe con mucha frecuencia, dejando a los vecinos sin suministro.

Pese a que el proceso de licitación se inició en el mes de noviembre del pasado año, para lo que se encargó un proyecto por vía de urgencia, el camino hasta hoy no ha sido fácil. El primer problema radicaba en que la tubería actual se encuentra junto a la carretera provincial CA 3106 (acceso a Doña Blanca). Esta carretera está sujeta a afecciones y limitaciones prescritas en la Ley de Carreteras de Andalucía. Paralelamente, ha habido que firmar un convenio de servidumbre con los propietarios de una finca rústica anexa, ya que hay que usar una zona de sus terrenos para ubicar parte del trazado.

De esta forma, con esta  obra el problema quedará definitivamente resuelto, ya que la nueva tubería está proyectada para soportar hasta 25 kilos por centímetro cuadrado de presión.