El castillo de San Marcos condensa entre sus muros gran parte de la historia de El Puerto de Santa María. Está considerado por muchos el monumento más importante de la ciudad, y de un tiempo a esta parte se ha transformado en el lugar donde la mayor parte de la corte de los Reyes Magos recibe la visita de los portuenses y también de personas que acuden de otros lugares de la provincia para disfrutar de las actividades navideñas organizadas por el Ayuntamiento en su interior.

Al haber sido en su origen una mezquita reconvertida posteriormente en iglesia-fortaleza, su arquitectura mantiene un encanto oriental que la hace idónea para este tipo de recepciones, que son muy bien acogidas por el público. Sin embargo, el edificio no está adaptado para la entrada de personas en silla de ruedas o con movilidad reducida, al menos por su acceso principal, que da a la plaza de Alfonso X El Sabio, donde los escalones suponen un obstáculo para este tipo de discapacidad física, dificultando además la llegada de otros usuarios.

La asociación La Gaviota está recibiendo quejas de personas con discapacidad física o movilidad reducida que han visto frustradas sus intenciones de visitar a los personajes navideños que organizan recepciones en este histórico edificio. 

De esta forma, "tras la llamada a los portuenses y la difusión del evento de Aladín en el Castillo de San Marcos", explica la entidad, un miembro de la asociación La Gaviota acudió este martes en silla de ruedas acompañado de su familia para poder disfrutar de la visita a este exótico personaje de la Navidad portuense. Sin embargo, "se encontró con la sorpresa de no poder entrar, al no haber habilitado un acceso para personas con movilidad reducida".

Aunque desde la organización le ofrecieron subirlo en volandas en la silla de ruedas, el socio de La Gaviota, "no quería pasar por la humillación de que lo subieran en peso al acto", algo que además no ofrece garantías de seguridad para la persona afectada, en este caso de cierta edad. "Es una maniobra arriesgada y humillante", manifiestan desde La Gaviota.

Al no poder acceder al lugar, la familia se mostró molesta y comunicaron en la puerta que querían hablar con el concejal de Fiestas, David Calleja, "que estaba dentro y no se dignó salir para ofrecer una explicación", según lamentan desde la asociación. 

La asociación de personas con diversidad funcional reconoce que "el sitio es ideal", en alusión al Castillo de San Marcos, "pero carece de accesibilidad, y tendría que estar adaptado", ya que además "puede venir gente de fuera y encontrarse con el obstáculo de que no pueden entrar". La Gaviota pide la adaptación de la entrada del castillo mediante una rampa, aunque sea desmontable, o en caso alternativo que se facilite un segundo acceso por la bodega Caballero, anexa al monumento, por donde según afirman se puede acceder al edificio.  

Todo para que las numerosas actividades navideñas que se celebrarán durante estas fiestas en el interior de la antigua fortaleza alfonsí estén también al alcance de las personas con movilidad reducida.