El 5 de Junio de 1880 comenzó una nueva era para nuestra ciudad. Con la inauguración de nuestra Plaza Real, con Gordito y Lagartijo en el cartel, se empieza a mirar a la puntilla con otros ojos. Aquellos que hicieron el descomunal edificio tuvieron la virtud y el acierto de triplicar el aforo al numero de habitantes de El Puerto. Ya en esos años auguraban que esa Plaza tenía que ser epicentro de la Bahía y motor turístico y comercial para nuestra ciudad.

No sólo nos dejaron la que posiblemente sea la Plaza de Toros más bonita del mundo, sino que nos ofrecen la herramienta más cultural para enriquecer la ciudad y su entorno. Lo que se dice, una joya.

Hasta tal punto llega su importancia, que poco a poco va consiguiendo ser de los cosos con mas caché del panorama taurino mundial. Este auge no se le escapa a nadie, y amén de ello los días de toros era todo un acontecimiento en nuestra ciudad. Vapores, trenes, autos de la época… una autentica revolución para aquellos tiempos. Poco a poco nuestra ciudad se puso en el mapa de España como una ciudad amable y con buen trato a todos aquellos que venían a visitarnos. Los toros en El Puerto fueron sin duda el gran escaparate para enseñar el buen hacer en materia turística a esta orilla del Guadalete.

A los 139 años seguimos pensando que eso es así y que es complementaria a otro tipo de eventos.

Creemos y estamos seguros que nuestra Plaza Real seguirá siendo ese motor para el turismo y la economía local. Los portuenses deben sentirse orgullosos del crecimiento de la ciudad, en parte, por la Plaza De Toros.

Si hace 139 años aquellos que hicieron la Plaza Real, fueron unos visionarios y unos inversores de sueños… continuemos la historia. Por ellos, por nosotros, y por ella. Nuestra Plaza Real de Toros. Gracias.