El Puerto

El PEPRICH plantea peatonalizar la calle Larga y la Ribera del Marisco

  • El documento propone eliminar el tráfico en las principales vías que atraviesan el casco histórico de norte a sur dirigiendo los flujos hacia calles estrechas · Consagra el desequilibrio entre vías peatonales y saturadas

El nuevo Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Conjunto Histórico y Entorno (PEPRICH) plantea la restricción del tráfico para residentes, transportes públicos y servicios en todo el centro urbano, en una amplísima cuadrícula delimitada por las calles Federico Rubio, avenida de la Bajamar, Ribera del Marisco, Luja, Larga, Descalzos, Cielo, Ganado, Meleros, Postigo y Cruces hasta la esquina del Palacio de Purullena. Toda la zona interior de esta cuadrícula, que ocupa aproximadamente el 50% del perímetro del Conjunto Histórico Artístico, quedaría bajo la denominación 'zona centro protegida', sujeta a serias restricciones al tráfico rodado de los no residentes, según recoge el Plan de Movilidad del PEPRICH. Todos los aparcamientos situados dentro de dicha cuadrícula (el de Plaza Peral, los de Ganado y los futuros parking de Postigo y Pescadería) serían de uso exclusivo para residentes, con lo que los aparcamientos públicos más cercanos quedarían en Pozos Dulces, avenida de la Bajamar (a la altura de los catamaranes) y Plaza de Toros. Este modelo dejaría los aparcamientos intermodales (los abiertos al público) a una distancia excesiva del centro, agravando la situación de aislamiento en que está quedando gran parte de la ciudad antigua a consecuencia de una peatonalización que muchos consideran excesiva.

El nuevo documento plantea a medio plazo eliminar el libre tránsito de vehículos en los ejes viarios que vertebran la comunicación norte-sur de la ciudad. Históricamente (aunque esto se ha desvirtuado por el cierre de la Plaza de España), los ejes que hacen posible la comunicación transversal son los formados por las calles Cielos-Vicario-Santa Lucía, así como la calle Cruces (en la zona alta de la ciudad); el eje Pozos Dulces-Ribera del Marisco-Micaela Aramburu o Bajamar (en la parte baja) y la calle Larga como eje central de tráfico.

Con el nuevo PEPRICH, estas conexiones de entrada y salida a la ciudad se eliminarían, dejando tan sólo transitables como "vía con separación de peatones y vehículos" la calle Cruces y una parte de la calle Cielos (hasta Cervantes), restringiendo la libre circulación de vehículos en el resto, que quedarían como "vías preferentemente peatonales".

En la documentación del PEPRICH se insiste en la "vocación peatonal" de las avenidas Micaela Aramburu, Ribera del Marisco y de la calle Larga - Virgen de los Milagros. A juicio del documento dichas vías urbanas "soportan una densidad de tráfico excesivo, estando colapsadas todo el día", por lo que propone dejarlas sólo para residentes y servicios, pese al importante papel que desempeñan para la articulación del tráfico en la ciudad, a pesar de las colas puntuales que puedan registrar.

Por el contrario, el nuevo PEPRICH en su Plan de Movilidad configura como nuevos ejes vertebradores del tráfico urbano algunas pocas calles estrechas escasamente apropiadas para densidades de hasta 700 vehículos/ hora (como absorben las avenida Micaela Aramburu, Ribera del Marisco o Larga). Calles como Federico Rubio, San Bartolomé, Palma, Sol, Meleros, Cruces y Los Moros, son designadas por el nuevo Plan para asumir el grueso del tráfico en el casco histórico, donde todo indica que la situación será parecida a la que se vive actualmente con el cierre por obras de las avenidas paralelas al Guadalete: calles sobresaturadas de vehículos, frente a otras completamente liberadas y peatonalizadas, y graves desequilibrios en el reparto de las cargas de tráfico, con una distribución no equitativa de las inevitables servidumbres que genera el tránsito rodado.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios