Logroño, cruce de caminos

La capital de La Rioja es una ciudad amable, alegre y hospitalaria. Destacan las fiestas que se celebran en torno a la vendimia, en septiembre

Dos imágenes del casco urbano de Logroño, la capital de La Rioja.
Teresa Almendros El Puerto

27 de abril 2013 - 01:00

La ciudad de Logroño, con 152.928 habitantes, acoge a la mitad de la población de La Rioja, comunidad autónoma de la que es capital. Situada al norte de España, es punto de encuentro, referencia y cruce de caminos como el de Santiago.

El logroñés es amable, alegre y hospitalario. Disfruta con la fiesta, la gastronomía y las tradiciones. Cualquier visitante se convierte en un gran amigo.

Logroño está situada en el norte de la Rioja Media, limitando con los municipios de Fuenmayor, Navarrete, Lardero, Villamediana de Iregua, Murillo de Río Leza y Agoncillo en La Rioja; Laguardia, Lanciego y Oyón en Álava y Viana en Navarra. La mayor parte de su superficie y del núcleo urbano se asienta en la margen derecha del río Ebro.

Logroño es una ciudad muy agradable para el paseo, debido a que es muy cómodo desplazarse a cualquier punto de la misma en un corto espacio de tiempo. En el recorrido por toda la ciudad se pueden encontrar diversos edificios y zonas singulares, entre los que caben destacar las iglesias de La Redonda, Santa María de Palacio, Santiago El Real, San Bartolomé; o el Palacio de los Chapiteles, antiguo Ayuntamiento de Logroño; el Palacio de Espartero, convertido en el Museo de La Rioja; el Convento de la Merced; la Puerta del Revellín, lugar importante del que se alimenta nuestra historia; o el mismo edificio del actual Ayuntamiento, proyectado por Rafael Moneo y referencia en diversos manuales sobre arquitectura. El Camino de Santiago, la oferta comercial, la gastronomía y los entornos naturales integrados en la ciudad o a poca distancia se convierten en cita obligada para el visitante y en importante motivo para la relajación para el vecino logroñés.

Por su carácter alegre y emprendedor, los logroñeses siempre están dispuestos para la fiesta. Las principales citas son la festividad de San Bernabé, el 11 de junio, las fiestas de San Mateo, el 21 de septiembre y la vendimia riojana, cuyas fiestas se celebran también en septiembre.

En las fiestas de San Bernabé, patrón de la ciudad, se recuerda la defensa heroica frente a las tropas francesas en 1521. En el programa festivo destaca el acto de Evocación Histórica, la representación del 'Entremés del Sitio' y la colocación de luminarias en balcones y puertas. Es importante la procesión del día de San Bernabé que se desarrolla a la vez que el conocido reparto de pan, peces y vino.

En Logroño, tierra rica y de buen vivir, la gastronomía tiene gran importancia como motivo de reunión y regalo para el paladar.

El topónimo Logroño procede de 'Gronio', raíz celta que significa vado, y hace referencia a su nacimiento junto al río Ebro.

Antes de hablar de Logroño hay que mencionar otros emplazamientos que existieron en su actual término municipal: la Vareia de los romanos y Cantabria, que fue ciudad celtíbera, devastada por las tropas del rey godo Leovigildo, y de la que se conservan numerosas ruinas.

De vital importancia para la configuración de la ciudad durante la Edad Media fue el hecho de que el Camino de Santiago cruzaba por ella, así como su situación fronteriza entre los reinos de Castilla, Navarra y Aragón. En los siglos XV y XVI destacan varias fechas de importancia: el año 1431, cuando el rey Juan II de Castilla le honra con el título de ciudad y 1444, con los títulos de 'Muy Noble' y 'Muy Leal'. En 1521, los logroñeses protagonizaron uno de los episodios más épicos y recordados de su historia: la resistencia a las tropas francesas.

Desde el año 1982 Logroño es capital de la Comunidad Autónoma de La Rioja, la menor de las 17 Autonomías españolas pero situada en uno de los primeros lugares en renta per cápita, gracias a su riqueza agrícola e industrial.

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