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Fundomar aguarda los nuevos criterios sanitarios para avanzar en el proyecto de su residencia en El Puerto

  • La fundación ha realizado ya los estudios preliminares sobre el solar y espera las nuevas directrices que se fijen tras la pandemia 

La parcela cedida por el Ayuntamiento a Fundomar para construir el nuevo centro geriátrico.

La parcela cedida por el Ayuntamiento a Fundomar para construir el nuevo centro geriátrico. / Andrés Mora

La pandemia de coronavirus ha roto todas las previsiones durante este año largo que lleva azotando a la ciudadanía, desde el punto de vista sanitario, social y económico. También ha trastocado muchos proyectos que ya estaban bastante avanzados y que se han ralentizado a la espera de que mejore la situación.

Como no podía ser menos, algunos de los más afectados son aquellos relacionadas con el sector asistencial, en especial con la asistencia a personas mayores. La Fundación Doña María (Fundomar) tiene previsto construir en El Puerto de Santa María una residencia para mayores, para lo cual recibió en mayo de 2019 una parcela municipal situada en la zona del Jardín de Cano.

En aquella fecha, el alcalde David de la Encina procedía a firmar el decreto de cesión de dicha parcela, situada entre las calles La Rosa y Parra, y que irá destinada a la construcción por parte de dicha fundación sin ánimo de lucro de un nuevo centro geriátrico. 

La parcela sobre la que construirá el nuevo centro cuenta con una superficie de 4.600 metros cuadrados, y fue cedida a la fundación por el Ayuntamiento después de una negociación de varios años. Posteriormente, en julio del mismo año 2019, la representante de la fundación, Remedios Vargas, procedía a suscribir con el alcalde Germán Beardo el convenio para culminar la concesión de la parcela, para realizar la construcción de la residencia, que está previsto cuente con 180 camas, y a partir de ahí continuaron las gestiones.

Al tratarse de un terreno protegido por la Consejería de Cultura, debido al hallazgo de restos arqueológicos romanos en sus inmediaciones, la fundación procedió a realizar las preceptivas excavaciones arqueológicas del solar, así como los estudios geotécnicos correspondientes, encargándose también Fundomar del mantenimiento del terreno y su desbroce y limpieza, gestiones ya realizadas en la confianza de que las obras se iniciarían cuanto antes.

Posteriormente, la fundación elaboró un anteproyecto de obras. No obstante, dicho anteproyecto podría quedar sometido a revisión, ya que es posible que tenga que ser readaptado en función de las nuevas directrices que comiencen a regir en las centros geriátricos a raíz del impacto que ha tenido el coronavirus en estos centros asistenciales.

Dichas directrices deberán ser elaboradas por la Consejería de Salud y las autoridades sanitarias, en función de la evolución de la pandemia, y podrían obligar por ejemplo a plantear la construcción de una planta Covid para atender a futuros afectados, en caso de no remitir por completo la pandemia con la vacunación, o con vistas a futuras epidemias. 

Todo apunta además a que las nuevas residencias geriátricas deberán contar con una cierta medicalización, todo lo cual haría necesario readaptar el anteproyecto, con lo que según indica Remedios Vargas "hemos parado la redacción del proyecto hasta que la administración nos aclare cuáles serán las nuevas directrices. No podemos construir el nuevo edificio sin saber los criterios que aplicará la administración para estos centros de ahora en adelante", concluye la representante de la fundación.   

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