El Alambique
Rafael Morro
Cumplir en diciembre
El viento de Levante ofrece siempre dos caras distintas en verano. Por un lado, saca a la gente a la calle en busca del frescor de la tarde; por otra, aleja a los ciudadanos y a los turistas de las playas. Traducido al ámbito de la hostelería, esto significa que los negocios situados en los cascos urbanos, en aquellos lugares donde el hombre ha conseguido reducir su efecto, los bares y las terrazas se llenan, mientras que en las zonas más indómitas y naturales, los establecimientos hosteleros ven reducida su actividad. Es lo contrario de lo que ocurre cuando hay vientos del Sur y de Poniente.
En El Puerto, además, hay playas que están más resguardadas que otras de las levanteras de verano; algunas se ven directamente azotadas por sus implacables rachas, que transforman la arena en latigazos y convierten la costa en un lugar inhóspito. Las playas más expuestas en El Puerto a este viento africano son La Puntilla y Valdelagrana (conocida precisamente como Playa de Levante), hasta el punto de que en esta última la actividad de los chiringuitos se está viendo afectada por este factor meteorológico. En la playa de Valdelagrana se encuentran tres de los ocho chiringuitos que hay en las playas portuenses, dos de los cuales pertenecientes a Casa Remigio, una empresa con sede en Madrid que cuenta en total con cuatro Beach Clubs en la costa de El Puerto, ya que tiene otros dos en la zona de Costa Oeste. Al frente de los cuatro negocios se encuentra como coordinador Juan Muñoz
Desde que instalaron en el año 2014, el Beach Club Las Olas y el Beach Club La Bahía, ambos en Valdelagrana, Juan Muñoz reconoce que no habían vivido un verano tan difícil. De esta forma, y aunque admite que en general hay más afluencia turística que otros años, y se ha notado bastante actividad, lamenta que "la climatología nos está afectando". Si bien la actividad en los chiringuitos de Valdelagrana creció en los primeros compases del verano respecto a años anteriores, cuando no sopló tanto el Levante, desde el pasado 15 de julio y al menos hasta mediados de este mes de agosto, en que no ha parado este molesto acompañante, la actividad en los Beach Clubs "está un poco estancada, aunque creo que nos ocurre a todos", subraya.
Los días de Levante "se nota bastante en la menor afluencia de la gente a las playas, y hay menos actividad". Este año se está superando cualquier previsión, de manera que la actividad hostelera en los Beach Clubs de Valdelagrana "ha podido caer un 30%". No ocurre lo mismo en todos los chiringuitos, ya que las zonas menos expuestas a la pertinaz levantera (la Costa Oeste), las playas de Vistahermosa y Las Redes están más protegidas y en ellas florece algo más el negocio. En esas zonas Casa Remigio cuenta con el Beach Club Vistahermosa, situado en la playa de El Buzo; y el Beach Club Santa Catalina, en Las Redes, que están más resguardados y consiguen compensar la balanza de explotación. "En Valdelagrana el Levante nos están matando", reconoce el coordinador de los establecimientos, que mantienen a todo su personal a pesar de la situación, ya que han conseguido consolidarse en estos tres años. Sin embargo, las perspectivas no parecen muy alentadoras, y aunque el viento parece estar dando cierta tregua, el coordinador teme que agosto "sea un mes completo de Levante". A este factor coyuntural se une además la pérdida de las Banderas Azules, cuyo efecto ha podido suponer también una merma del 10% en la facturación , y cuya recuperación por el momento no parece encontrarse entre las prioridades irrenunciables del Ayuntamiento, que aboga más bien por mantener la excelencia de los servicios y la calidad de las playas.
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