Enfoque | Elecciones Municipales

Sólo a Pacheco le quedan ganas

  • El ex regidor de Jerez está dispuesto a presentarse otra vez a las elecciones, pero sus tres colegas no quieren ni oír hablar del tema. Morillo: “Yo ya no voy ni al Ayuntamiento ni a las discotecas”

Los cuatro participantes en el encuentro, en la Hemeroteca del Diario de Cádiz

Los cuatro participantes en el encuentro, en la Hemeroteca del Diario de Cádiz / Fito Carreto

La política municipal es muy dura, coinciden los protagonistas del encuentro de hace unos días en el ‘Diario’, a pesar de que ninguno la dejó por su propia voluntad. Pero de los cuatro ex alcaldes sólo uno conserva la suficiente determinación y fuerza como para estar dispuesto a presentarse de nuevo a la lucha municipal. Naturalmente, se trata de Pedro Pacheco, el único que responde con un rotundo sí a la pregunta, el mismo que pese a sus 24 años en la alcaldía de Jerez no dio muestras nunca, al menos en público, de querer tirar la toalla. Sólo los tribunales pudieron apartarlo de esa determinación incansable.“Yo sí, sin duda me presentaría de nuevo”, dice. “Me siento capaz, con fuerzas y ganas de servir un poco más, y siempre mirando a la ciudad, por supuesto. Por el mismo partido no puedo, porque ya no existe” aclara quien ha estado en numerosas formaciones, algunas creadas expresamente a su imagen y semejanza. Los demás tienen claro que no lo harían nunca más. Antonio Morillo, como siempre, habla claro: “Lo más hermoso que hay en política es ser alcalde de tu pueblo”, sentencia, con el asentimiento de sus tres compañeros. “La mayor satisfacción que tengo es que en mi pueblo todo el mundo me quiere y me saluda”. Y provoca la risa de todos cuando cuenta. “Muchos me preguntan por qué no me presento. Y yo siempre les contesto: hay dos cosas que ya no hago, que son ir al Ayuntamiento ni a la discoteca”.Carlos Díaz, el más sereno, parece mirar hacia atrás cuando cuenta que por la calle aún le dicen algo en ese sentido. Pero lo tiene meridianamente claro a sus 83 años: “Yo ya me he retirado, y tengo muchos años encima”.Pedirle a Barroso una respuesta breve es misión imposible, y no puede evitar hacer un preámbulo para contestar: “Como fui durante 32 años el candidato más votado, la frustración en la oposición tuvo que ser terrible, casi como Fidel, que sobrevivió a ocho presidentes norteamericanos. Y por eso el debate se enrareció y en los últimos meses de mi vida pública se propagó que yo era un corrupto al que no pillaban porque era demasiado listo. Luego se demostró que no y ahora obtengo el reconocimiento. Quiero que quede este como algo icónico que sirva de referencia a estos recién llegados. Así que rotundamente, no me presentaría. Hay dos momentos en mi vida que aparecen en mis sueños en forma de pesadilla, una es la mili, y otra los últimos meses como alcalde. Esa cicuta no la volveré a probar”, cuenta sin lugar a dudas.Otra pregunta de compromiso se les hizo a los antiguos regidores, cuatro personas que marcaron en buena parte el ritmo de la política municipal en la provincia durante dos y tres décadas: ¿A quién votarán en los próximos comicios? Lo que dio lugar a un entretenido juego. Pedro Pacheco no quiso ser muy claro, o más bien parecía tener muchas dudas: “Te puedo decir claramente a quién no voy a votar. Al trío de la derecha no le voy a votar. Mi duda es en el lado de la izquierda”.Antonio Morillo hizo honor a su bien ganada fama de hombre de centro: “Yo no voy a votar ni a Vox ni a Podemos”. Es decir, a los extremos, se le acota, lo que hace saltar a Barroso como un resorte: “¿Los extremos? ¿Posemos un extremo? ¿Posemos un extremo?” repite su juego de palabras irónico. “Mira, yo no puedo votar en estas municipales porque desde Cuba (donde reside ahora) no se puede para estos comicios. Pero si pudiera, en Puerto Real me iba a abstener. Porque cada uno de los que estamos aquí se nos conoce y estamos penando por nuestras culpas pasadas, y de una manera u otra aún estamos en el ojo del huracán. No, no, al PSOE me resultaría muy difícil. Tapándome los ojos y la nariz voté en estas últimas generales a Unidas Posemos. Pero en las municipales, tiene todas las posibilidades de que lo hiciera en blanco”.Carlos Díaz no se altera. “Yo no tengo más que decir que mantendré mi coherencia”, lo que es lo mismo que decir que votará al PSOE sin decirlo”. En ese momento Barroso parece olvidar rencores pasados, que a lo mejor no lo fueron tanto, y dice: “Si Carlos se presentara yo votaría a Carlos en Cádiz. Y no es cachondeo, porque fue un magnífico alcalde, y además ¿qué se hizo en Cádiz después que no tuviera que ver con su gestión?”El debate salpicado de risas habló de las ventajas e inconvenientes de tener en la Bahía dos puentes “que tienen origen y destino y facilitan la salida”, según Pacheco, lo bueno y malo de los apartamentos turísticos en los centros históricos y hasta el futuro de los Astilleros de la Bahía. Asuntos que los alcaldes se empeñaron en resumir en un minuto final.Antonio Morillo presumió de haber sido alcalde y de su satisfacción de asomarse a la ventana, de lo bien que se está en su pueblo y de que la gente le agradezca su gestión. “Eso es maravilloso”. Carlos Díaz recordó que necesitaba emociones fuertes para despejarse de la vida municipal. Algunas de esas emociones se las proporcionaba La Cabiria, un personaje de Cádiz que constantemente le piropeaba por las calles, le defendía ante las protestas y hasta llegó a proclamar en público que le comería ciertas partes nobles al alcalde.José Antonio Barroso quiso llamar la atención sobre el extraordinario hecho de que “40 años después de nuestra elección, hablamos de los modelos de ciudad con la misma pasión que nos inspiró para ser representantes de nuestro pueblo, que era una vocación y no una profesión, y que seguimos manteniendo las mismas posiciones, que prácticamente no han cambiado, y que hablamos con el mismo respeto y cariño que nos tenemos”. “Es que éramos contrarios, no enemigos”, repite Pacheco para más que cerrar, invitar a otro debate.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios