Cierra la campaña, que deja muchas incógnitas sobre el resultado final en Cádiz

Cerca de un millón de residentes en Cádiz están convocados este domingo para elegir a 721 concejales, que conformarán los plenos de todas las localidades de la provincia. Es la décimo segunda elección local desde el retorno de los ayuntamientos democráticos en 1979.

Los partidos y coaliciones que se presentan a estos comicios cierran esta medianoche la campaña electoral. El sábado: para descansar o para meditar el voto quien aún no lo tenga claro.

A pesar de ser éstas la elección más cercanas que tienen los electores, frente a las regionales, estatales y europeas, lo cierto es que acumula en buena parte de la provincia las tasas más alta de abstención, lo que cual a priori puede resultar sorprendente.

A 24 horas de su final esta campaña, en líneas generales, ha transcurrido sin sorpresas, sin grandes promesas y con una clara continuidad en aquellos partidos que ya se encuentran en el poder y pretenden revalidar su mandato.

Una campaña, así, muy anodina salpicada por elementos externos en clave nacional y con una presencia muy activa de dirigentes regionales y nacionales en la provincia, especialmente en el caso del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, con tres visitas a la capital gaditana para apoyar a su candidato, Bruno García.

Ha sido este carácter anodino de la campaña en buena parte de la provincia el que, a dos días de las elecciones, deje muchas dudas sobre el resultado final de la votación, sobre quién será nuestro alcalde o alcaldesa tras la jornada del domingo.

Esa duda es especialmente notable en la capital.

Once formaciones se presentan en Cádiz, aunque son tres las que tienen posibilidad de asumir el gobierno: Adelante Izquierda Gaditana, PP y PSOE.

Por el momento todo hace prever una victoria del Partido Popular, pero con la duda de si será capaz de alcanzar la mayoría absoluta. Adelante se la juega con la salida de Kichi y la competencia de Podemos, que puede quitarle los votos necesarios para sumar un concejal más. El PSOE, por su parte, se muestra en los últimos días especialmente optimista (más allá del mensaje que se espera de un partido en público en una campaña electoral) hasta el punto de que le salen las cuentas para ser el partido de la izquierda más votado.

Desde 1979 no se ha celebrado una elección local en la capital con un resultado previo tan ajustado, tanto que la Alcaldía puede moverse de un lado a otro por un único escaño. Cuando en 1995 se produjo el cambio del PSOE por el PP, se venía de la salida del cartel electoral del socialista Carlos Díaz (como ahora pasa con Kichi y AIG); mientras que en 2015, la victoria de la izquierda se vio propiciada por la ola a su favor en el conjunto del país y el desgaste del PP (que no obstante ganó en votos las elecciones), tras dos décadas de gestión en la ciudad.

En el resto de las grandes ciudades de la Bahía de Cádiz, los partidos en el gobierno salen en posición ganadora por lo que, salvo alguna sorpresa, todo hace pensar que la incógnita estará en si logran mayoría absoluta o se ven obligados a cerrar un pacto.

La ausencia de la Bahía

Sin entrar en el análisis de los programas electorales, que en algunos noveles candidatos nos han dejado grandes perlas ciudadanas, sí cabe lamentar a un paso del final de la campaña la ausencia casi absoluta de referencias de proyectos en clave de Bahía, lógicamente en aquellos partidos que se presentan en este ámbito de la provincia y que conforma, si funcionase de forma unificada, la tercera gran urbe de la región.

Aunque Bruno García, candidato del PP en la capital, sí ha mencionado en alguna ocasión esta clave mancomunada, y anuncia una reunión con todos sus alcaldes si al final gana las elecciones, poco o nada se ha hablado sobre el potencial de la Bahía en el desarrollo urbano.

De esta manera, la gran mayoría de los candidatos y candidatas han hablado de los problemas de la vivienda, del aparcamiento, de las zonas verdes, de la limpieza urbana e incluso, allí donde es un problema irresoluble (léase Cádiz) la pérdida de población. Pero en ningún caso las propuestas que han planteado han ido más allá de sus términos municipales, con todo lo que ello supone de buscar soluciones en precario.