el poliedro

José / Ignacio Rufino

Desde ultratumba, el egregio banquero

Los timos de baja intensidad por internet proliferan con mensajes y ofertas que pretenden atemorizar a los más incautos.

QUIEN más y quien menos ha sufrido un timo de mayor o menor intensidad en internet. Los caminos del timador son múltiples y polimórficos: cartas nigerianas, vía Whatsapp o Facebook, ofertas de trabajo, herencias de parientes desconocidos de lejanos países ricos, petición urgentísima de datos bancarios para evitar que te cancelen la cuenta, multas por descargas ilegales, premios de lotería, chollos varios que funcionan como anzuelo para incautos. Se trata de asustar, de prometer el oro y el moro por una modesta cantidad, de obtener tus datos para vaciarte la cuenta. No pasa gran cosa por confesar que hace unos meses compré por un anuncio recurrente en Facebook tres fantásticos pares de zapatos Timberland en una gran oferta, apenas 90 euros todo. El cargo me vino con su cambio en yuanes chinos; el pedido no está ni se lo espera, mi reclamación a la distribuidora verdadera, cuya dirección web había sido tuneada, me devolvió una amable respuesta de un señor francés que, vaselínico, me recriminaba la tonta codicia de andar por casa: "Como puede comprender, no hacemos ese tipo de descuentos, no es posible". No hay chollos, sí buenas oportunidades. Sin embargo, lo más gracioso que uno ha experimentado en el engaño por internet sucedió esta semana, por correo electrónico.

"'Estimado cliente, debido a una larga inactividad de su cuenta se cerró en dos días, por favor, siga el proceso de renovación a través del siguiente enlace. Haga clic aquí para verificar su identidad: Reactivación de cuenta (esta expresión venía en azul y subrayada). Nos disculpamos por los inconvenientes. Sinceramente, Francisco Moragas Barret, CaixaBank'". No hace falta ser Sherlock Holmes para mosquearse con algunos detalles, aparte de que las cuentas que ostento como padre de familia no ya no están "inactivas", sino que por desgracia no paran de moverse, muy mayormente en la misma columna, la de debe. La expresión "se cerró en dos días" tiene un defecto en el tiempo verbal, debería ser "se cerrará", y el en dos días es una traducción inaceptable y literal de in two days. Qué decir de la despedida mediante el formalismo de Sinceramente: también debe hacernos sospechar. Nadie excepto un cursi o un guasón se despide así en castellano. "Sincerely" es un estándar en inglés para despedir la misiva. Pero prefiero quedarme con otro detalle que convierte el timo en literatura: el abajo firmante. No hablamos de cualquier abajo firmante.

Francisco Moragas Barret fue un banquero que nació en Barcelona en 1868. Murió en los albores de la Guerra Civil. Mientras tanto, este abogado y economista y muy catalanista -de esa burguesía catalana que hoy parece estar rezando debajo de las camas- fundó entre otras cosas la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros, más conocida como La Caixa, de la que fue su primer director general en 1904. Es el fundador del que hoy es uno delos principales bancos de Andalucía, con sede en Barcelona, Caixabank. Utilizando su nombre me quieren timar. Para más morbo, el email fue enviado el pasado Día de los Difuntos. Francesc Moragas i Barret en persona -es un decir, en todo caso en alma- me avisaba de una irregularidad en mi cuenta en su banco. Es posible que un algoritmo inextricable sea el arma con el que el timador multiplica hasta el infinito sus probabilidades de éxito, y que ese timador no tenga nada de español, quizá ni de persona, y por algún cambalache de bits y bases de datos el texto haya chupado el nombre del gran fundador de La Caixa. Pero no arruinemos la ilusión de que un bendito espíritu de rancio abolengo y gran notoriedad en la tierra haya tenido la humildad de avisarnos por nuestro bien. En estos días de expulsión del cliente de las sucursales y de extrema presión sobre los bancarios, por internet.

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