La decisión de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, de instar el pasado lunes a la banca a trasladar a la remuneración de los depósitos a plazo el alza de los tipos de interés sigue marcado el 40º seminario que organiza la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en los cursos de verano de la Universidad Menéndez Pelayo (UIMP).

El presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, le dio la réplica a Calviño con un aviso claro: la política comercial es competencia de cada banco y no de la banca en general ni mucho menos de las asociaciones patronales. A las que Calviño citó que les pediría ese cambio en la remuneración de los depósitos.

En su paso por el palacio de la Magdalena, Goirigolzarri fue claro: “Los que tienen que tomar las decisiones de su estrategia comercial son los bancos, y cuando digo los bancos me refiero a cada banco, ni siquiera es competencia de las patronales, que nada tienen que decir; sería tremendo, porque se incurriría en una mala práctica respecto a la competencia”.

Además, el presidente del primer banco comercial de España insistió, como otras voces del sector, que los depósitos a plazo no son el producto más atractivo para el ahorro.

Recordó que en 2016, cuando comenzó la política monetaria laxa, los bancos trasladaron el coste a los depósitos de empresas, mientras que fueron reduciendo la remuneración que daban a sus particulares por estos productos, evitando repercutir el coste sobre estos últimos clientes.

En cambio, se optó por diseñar una serie de productos, como fondos o seguros de ahorro, para ofrecer una rentabilidad a los particulares, de tal manera que actualmente más de 40% de los recursos de los clientes está fuera de balance. "Se ha producido un cambio estructural", ha defendido.

Ahora, sin embargo, ha comenzado la remuneración de los depósitos de las empresas, mientras que se mantiene a 'cero' la de los productos a plazo para particulares, para los que Goirigolzarri cree que hay mejores alternativas que el depósitos y que estarían funcionando, aunque ha afirmado estar vigilando la situación si el cliente prefiere otra oferta.

A Goirigolzarri le parece "magnífico" que haya una serie de bancos que están ofreciendo depósitos y al ser preguntado si tiene algo que ver que sean los mismos bancos que no tienen que pagar el impuesto extraordinario al sector, dijo que cree que ésa no es la razón.

"Pensamos que el mejor consejo que se le puede dar un cliente que tiene un ahorro no es recomendarles un depósito, es muchísimo mejor la alternativa de productos”, defendió Gorigolzarri, que en el banco que preside entienden que “es lo mejor para el cliente".

Y que en cualquier caso será el cliente, con su demanda, quien haga cambiar esto a futuro: “Será el cliente quien lo decida”.

Al ser preguntado por la diferencia de remuneración que hay respecto al resto de Europa, donde la banca está ofreciendo depósitos con mayores intereses, Goirigolzarri pidió que la comparación fuese homogénea, y puso de ejemplo que en Alemania las hipotecas son más caras que en España y las pymes se financian con un coste mayor.

Tampoco obvió Gorigolzarri el otro asunto que está centrando el seminario, el futuro del impuesto extraordinario a la banca tras las elecciones del 23 de julio.

Preguntado por ello, Gorigolzarri dijo que no podía más que expresar un deseo: "Espero que el próximo Gobierno no haga permanente el impuesto a la banca, es lo razonable". Aunque es consciente de que será el Ejecutivo que resulte elegido en función de las urnas el que tendrá que tomar esa decisión. "Depende de ellos", precisó.

Sobre la propuesta que hizo el lunes en el mismo foro el el vicesecretario económico del PP, Juan Bravo, de que el impuesto se sustituya por un fondo para asistir a hipotecados, Goirigolzarri dijo que prefirió no valorar ninguna propuesta electoral ni "posibles medidas" que están definidas "con un trazo muy grueso", aunque enfatizó que la concreta por la que le preguntaban la desconocía.

Tampoco quiso valorar cuándo debería el Estado empezar a vender su participación en Caixabank a través del FROB, porque “es una decisión que no compete a los gestores, cuya obligación es la de trabajar mucho, dar buenos resultados y crear valor para todos los accionistas".