El consejero delegado de Endesa, José Bogas, se pronunció este miércoles sobre la petición de inversiones que aseguren el suministro en barrios de ciudades andaluzas como Sevilla, Granada y otras, y alertó que la solución no es elevar la potencia, porque se ha demostrado que incentiva el cultivo ilegal de marihuana en viviendas.

A preguntas de este periódico, durante la presentación de los resultados de Endesa correspondientes al ejercicio de 2023, Bogas afirmó que los cortes de suministros en estas poblaciones provocados por el fraude eléctrico para cultivar marihuana es “un problema muy importante”. “Es un problema que nos preocupa, y que preocupa también al Gobierno central y a los gobiernos autonómicos”, aclaró el ejecutivo de la empresa energética.

Para abordarlo, Bogas dijo que “no es una cuestión de invertir”, porque, argumentó, “ya lo hemos hecho, atendiendo a la urgencia” y recurrimos a “poner más potencia”. Al hilo de esto, precisó que el resultado no ha sido el deseado: “Lo que ocurre es que cuando subimos la potencia, suben las plantaciones de marihuana y vuelven a saltar los fusibles, hablando en términos coloquiales”.

Por si quedaba alguna duda, Bogas afirmó: “Cuanto más potencia ponemos, más plantaciones de marihuana generamos”. Por ello, concluyó que éste no es un problema de la red”.

Bogas alertó “del riesgo en que se está poniendo” a la población, “normalmente en barrios vulnerables, donde se pueden provocar incendios y todo tipos de cosas, porque ya no es sólo la potencia de transformación, sino que provocan una barbaridad de intensidad que circula por los cables”.

La solución pasa, según dijo Bogas, “por el Código Penal”, en referencia a una reforma que permita un mayor reproche al fraude eléctrico para cultivar estupefacientes. “Esto no es inventar nada, es lo que hacen en Italia, en Alemania, en todos sitios”, sostuvo el consejero delegado de Endesa, quien añadió que “precisamente porque no ocurre” así en España “ha habido un efecto llamada de bandas organizadas para instalarse” en nuestro país.

Bogas cree que este problema requiere de una “reflexión muy profunda”, que reconoció que se está haciendo, pero “como todas las cosas lleva su tiempo”.