Hambre de coplas de verdad, ésas que se convierten en la carne más sabrosa y más pura. En una sesión que llevaba camino de ser nefasta, la sola presencia de la comparsa de Antonio Martínez Ares 'Los carnívales' hizo que mereciera la pena pagar por una entrada para la décima función de la fase de preliminares del Concurso del Gran Teatro Falla.
Con un tipo de caníbales de las coplas, Martínez Ares consiguió regresar a sus orígenes, lo que supone una buena noticia para los viejos aristas y los aficionados a los que su amor por la fiesta nació en sus años más dorados.
En el resto de la noche, que marcó el ecuador de las clasificatorias, no se salvó absolutamente nada. De hecho, la chirigota 'Los masones en adobo (Iluminatis de Cai)' no cumplió con las expectativas tras haber conseguido el pase a cuartos en dos ocasiones consecutivas.
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