COAC 2022

Una constelación de estrellas para apagar el fuego eterno que nos quema

  • Tino Tovar, Ángel Subiela y Carli vuelven a unir sus destinos con una comparsa en la que también aportan su granito de arena comparsistas de la talla de Ramoni, Milián Oneto o Toni Piojo

Tino Tovar y Ángel Subiela en la calle de la Rosa horas antes de su actuación.

Tino Tovar y Ángel Subiela en la calle de la Rosa horas antes de su actuación. / Germán Mesa

En la Pecera de la calle la Rosa la luz de las estrellas deslumbra. Si miras hacia Orión, el Subiela; hacia Sagitario, el Carli; si vuelves la cara hacia Escorpio, Ramoni; si hacia Casiopea, Milián Oneto; si hacia Auriga, Toni El Piojo. Bajando el tono aparece Carina, con la cara de Sergio. Tino Tovar tiene toda una constelación de estrellas a la que poner letra y música. Y eso impone. Para más inri, es el cumpleaños de Paco Brul, uno de los estandartes de las comparsas de este poeta sencillo que departe con las visitas en bermudas, con barba canosa y sonrisa de niño, abierta, traviesa, de esas que olvidan las ofensas con la facilidad de los amigos verdaderos, los que perdonan con una simple mueca, un gesto, un guiño, un abrazo estrecho. Son las seis y media de la tarde y ‘La Brigada’ comienza a maquillarse. La Viña es un triángulo isóceles del arte puro. En la Salla Viña están los quinquis de Vera Luque; en Jesús Nazareno, el Gago con su gente; en la calle la Rosa, Tino Tovar y una banda que ha dejado de ser clandestina por amor a su fiesta, porque no podían faltar, porque cuando entra en juego la pasión no valen los tantos por ciento. Porque el uno es más que el 99. Porque el casi nada puede con el casi todo. Y al lanzar la moneda salió cara. Y Tino nos regaló otra comparsa. ¿Te parece poco cojones?

En ese rinconcito de las emociones donde las caras pálidas de mayo se tornan en sonrojadas, Tino y Ángel, Ángel y Tino, abrazados, relatan al alimón sus emociones pocas horas antes de volver a defender juntos un repertorio en las tablas del Falla. “Ahora mismo no estoy emocionado por eso –decía Subiela–, porque llevo ya muchos meses con Tino, que me ha hecho el regalo más grande que me han hecho en mi vida carnavalesca, que es Clandestino, con lo cual la emoción continúa. Tino es mi amigo y ahora mismo estoy más tranquilo que estos dos años atrás con ‘Los listos’ y ‘Los luceros’, que no lo pasé bien, y he vuelto otra vez a recuperar esa tranquilidad. Así que… a disfrutar”.

A su lado, Tino, con un cafelito solo para templar los nervios, sonreía animoso. “Estoy bastante emocionado porque es un Carnaval difícil, un Carnaval en el que hemos tenido poco tiempo para preparar el repertorio. He recuperado amistades, gente que para mí es muy importante, se han sumado gente que han vivido el Carnaval en otros locales y que ahora tengo la suerte de encontrarlos. Así que desde esta mañana estoy viviendo que poco a poco la bola se está haciendo más grande y cuando se abran las cortinas voy a estar peor que con el final de Mujercitas”.

Le preguntamos a Tino, al que siempre se le ha achacado que llega in extremis con la confección del repertorio, ¿cómo ha llevado hacerlo en menos de un mes? “Muy bien. También he tenido la suerte que las dos horas de ensayo este año las he aprovechado para estar en mi casa. Quieras o no, he tenido desde el primer momento una rutina como el final de diciembre, entonces las cosas han ido llegando, y han ido gustando y eso a un autor le dan mucha confianza. Ha sido todo tan grato que hasta lo he disfrutado. Que es raro que yo lo disfrute”.

La pregunta es obligada. ¿Es necesario ensayar cuatro meses? Subiela recoge el guante. “Hay grupos que lo han hecho, que sólo han parado en diciembre y enero. A nosotros nos ha resultado más fácil porque teníamos varias ideas y hemos recurrido a la más sencilla. Lo que sí es verdad que cuatro días antes de abrirse la inscripción dijo Tino que iba a coger la guitarra a ver qué pasodoble le salía… Y aquí estamos”.Este diario llegó a publicar que Tino no estaría en el Falla al 99%. Afortunadamente nos equivocamos. “No es que dijeras ninguna mentira –dice Ángel–. El tema es que la gente se encarga de atacarnos. Porque nosotros nos debemos a un autor que está muy ocupado, que tiene su familia, su empresa, sus trabajadores, y entonces estábamos a expensas de él. Que puede, palante, que no puede, pues no podemos. Pero ese apalamiento en las redes sociales, que si tenemos tiempo para Clandestino, para la antología y no para la comparsa, creo que es demasiada hipocresía. Había un temor para los que no habían salido con Tino, caso de Ramoni, de que Tino nos trajera las coplas a tiempo, y este año va por delante de nosotros, con lo cual ahora tenemos que aprendernos más cosas”.

Subiela destacaba de ‘La brigada’ que “hemos hecho un equipo”. “Eso es fundamental, hay un equipo fuerte, poderoso, Tino se ha dedicado a escribir. Jose Otero ha hecho una función maravillosa como director musical, porque lo conoce como la palma de su mano, lleva la comparsa donde Tino quiere, me he puesto a sus órdenes porque es un tío muy talentoso, y ahora es cuando empieza mi trabajo. Los postulantes también han hecho un gran trabajo. En fin, eso le quita mucho trabajo al autor, el resultado, a ver cuál es, espero que le guste al público, a ver cómo cae con el jurado, pero sabemos contra quienes nos enfrentamos y palante. Si no te gusta el Concurso ni nada de lo que hay pues te quedas en tu casa, no hay otra. Pero como a nosotros nos gusta, somos gaditanos, pues como decía Tino, no podemos fallarles. Porque podíamos haber seguido con Clandestino, con la Antología más tiempo, pero no nos parecía honrado, nos parecía mejor cantarle a la gente que tanta vida y tanto cariño nos han dado”.

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