Diario del Carnaval

El Concurso del (Cuarto) Milenio

  • Recordamos los grandes momentos que han pasado a la historia del certamen del Falla por insólitos, descabellados o surrealistas en lo que va de siglo 

'Los herederos del Levante' se convirtieron en todo un fenómeno fan pese a su pésima actuación.

'Los herederos del Levante' se convirtieron en todo un fenómeno fan pese a su pésima actuación. / Jesús Marín

El Concurso de Agrupaciones del Gran Teatro Falla, que tanto echamos de menos este año, nos ha dejado grandes momentos para el recuerdo en lo que va de siglo XXI. Pelotazos desde el mismo día de su estreno, repertorios mágicos, despedidas inolvidables como las del grupo del Love o Antonio Martín sobre las mismas tablas del coliseo gaditano. La emoción de las finales, letras que tocan al alma, las carcajadas con una parodia… 

Pero el certamen de coplas da para mucho y en las dos últimas décadas podemos identificar un buen puñado de momentos que se han convertido en imborrables por su carácter insólito, descabellado o surrealista. Desde actuaciones tan terribles que se han convertido en míticas a figurantes que roban todo el protagonismo al grupo que acompañan, nos metemos en la piel de Iker Jiménez para recordar los momentos Cuarto Milenio del este ídem en el Falla. 

Al final, lo mejor y lo peor es lo que no se olvida. Y es raro el año que el Concurso no nos regala una de esas actuaciones que, por 'diferentes', pasan a ser de culto para los grandes tragacoplas que disfrutan con estas pequeñas joyas que nos ofrece la fase clasificatoria. La televisión y en los últimos tiempos las redes sociales han permitido además que estas actuaciones, que antaño quedaban para el disfrute de unos pocos privilegiados en el teatro y algún que otro cazatesoros, se hayan convertido un producto de consumo masivo

Momentazo de 'Los Herederos del Levante'.

Así, ‘Los herederos del levante’ (2013) puede señalarse quizás como el mainstream de este tipo de agrupaciones: su terrible pase, en especial esa ya mítica polifonía (o más bien psicofonía) a 15 voces al principio del popurrí, despertó más comentarios que la actuación de muchas punteras ese año. Que un vídeo que recoge ese momentazo subido a Youtube cuente con más de un millón de visualizaciones deja claro que lo friki -en su definición de “extravagante, raro o excéntrico” según la RAE- tiene tirón, vaya si lo tiene. 

El éxito de estas agrupaciones, digamos, peculiares está muy ligado al auge de las redes y a la guasa de los aficionados en Twitter. Una letra absurda, un tipo descabellado o un destrozo vocal desatan todo el ingenio de los aficionados y convierten en memorable una actuación que seguramente habría pasado sin pena ni gloria por las tablas del Falla. Tenemos ejemplos recientes como el particular Bohemian Rhapsody de ‘La atalaya de los canallas’ (2019), el “le llaman bullying” de ‘El circo de la vida’ (2015), el “va por ti Miliki” de ‘Por culpa de los recortes nos vemos con este porte’  o el “afilaooor” de ‘Los sobrinos malos de Chuki Norris’ (2017). También fueron muy comentadas en su momento, y aún se recuerdan, agrupaciones como ‘El 15-R’ (2012), ‘El oráculo de Gadeiras’ (2012), ‘Los kewasa’ (2011), ‘Hombres bobo’ (2013) o ‘Por ti yo cambio’ (2013). 

Y si echamos la vista un poco más atrás, da que pensar lo que habría sido hoy en día el pase de comparsas como ‘Noches de plaza Mina’, (2001) ‘Renegados’ (2002) y ‘Bandoleros, la leyenda’ (2004), chirigotas como ‘Los pelusitas’ (2001), ‘100% de raza mora’ (2008) y ‘Al otro lado del túnel (los ginecólogos)’ (2009) o cuartetos como ‘Esto no hay por donde cogerlo’ (2002) y ‘Con dos pelotas’ (2007) con las redes a pleno rendimiento. Son solo unos pocos ejemplos, pues la lista en lo que va de milenio es bastante amplia

El muñeco de nieve de 'Aquí no hace frío, hace humedad'. El muñeco de nieve de 'Aquí no hace frío, hace humedad'.

El muñeco de nieve de 'Aquí no hace frío, hace humedad'. / Jesús Marín

En los últimos años además podemos identificar un nuevo fenómeno (casi) paranormal que no está directamente relacionado con las coplas: la figura del figurante, valga la redundancia, ha llegado a robar el protagonismo a algunas agrupaciones con su particular show.

Todavía nos reímos del muñeco de nieve del cuarteto ‘Aquí no hace frío, hace humedad’ (2020), que eclipsó por completo la actuación con su baile surrealista. Algo similar a lo que logró la muerte bailonga que eclipsó a la chirigota ‘Pasando olímpicamente’ (2019) o al dinosaurio de ‘La última y nos vamos’ (2019).

Estos secundarios de lujo han llegado a triunfar con agrupaciones punteras, como el recordado Manué de ‘No te vayas todavía’ (2017) o el muñeco Juan de ‘Si me pongo pesao me lo dices’ (2016).  Los cameos, por su parte, también han dejado momentos tan surrealistas como divertidos. Cómo olvidar a la “muda limpia” de ‘Estamos en venta’ (2019), al palo de alpiste de ‘Que corra el aire’ (2014), al cangrejo de ‘Los del embarcadero’ (2015)...

La chirigota 'Los del penedés'. La chirigota 'Los del penedés'.

La chirigota 'Los del penedés'.

Pero pocas cosas superan en absurdo a lo sucedido en 2008 durante la actuación de la chirigota ‘Los del penedés’. Esta agrupación motivó incluso un cambio en el reglamento, pues desde entonces quedó prohibido arrojar objetos contundentes desde el escenario. Y es que como parte de su actuación, la chirigota -que llevaba un tipo de castellets catalanes- tiró un trozo de telera al patio de butacas con la mala fortuna de acertarle a una señora en toda la cara. La pobre mujer resultó herida en un ojo, además de perder las gafas por el camino, y “se llevó el trozo de pan en una bolsa como prueba” para presentar la pertinente denuncia, según comentó a este medio el representante legal del grupo, Álvaro Illesca. Surrealista.

Y ya que hablamos de accidentes, hay dos momentos imborrables que han quedado para la historia: el primero tuvo lugar durante la gran final de 2010 y no sobre las tablas, aunque sí muy cerquita. Durante los cuplés de ‘Los vaqueros de Springfield’ una pequeña explosión y unas tímidas llamas pusieron todos los ojos del teatro en el foso de prensa. Una regleta salió ardiendo en ese mar de cables y ordenadores, causando un gran revuelo y despistando por un momento al cuarteto, hasta que Morera sorteó la situación con arte: “Nos habían dicho que el público estaba calentito, pero esto es un bastinazo ya”. El público jaleó a los bomberos, la cosa no pasó a mayores y la situación dio pie además a un cuplé de ‘Los santos’, apenas una hora después, que puso el teatro boca abajo. Podemos asegurar que no estaba preparado…

Una imagen del 'rescate' de Antonio Camacho del foso tras su caída. Una imagen del 'rescate' de Antonio Camacho del foso tras su caída.

Una imagen del 'rescate' de Antonio Camacho del foso tras su caída.

El segundo tuvo también el foso del Falla como escenario, pero no ocurrió dentro del COAC. Fue en 2012 -qué año- durante el Concurso de Romanceros. El desgraciadamente desaparecido Pepe Scapachini y Antonio Camacho participaban en el certamen como 'El PP de la Pepa'. El segundo, vestido de general francés, entró en escena con paso decidido y fue avanzando, y avanzando... tanto que, por lo que sea, no vio venir el precipicio y acabó despeñándose hasta acabar en el foso de prensa. Tras unos momentos de gran tensión, Camacho fue rescatado por Miguel Ángel Fuertes sin consecuencias graves, más allá de algunas magulladuras y unas costillas rotas. Esa imagen queda también para la historia.   

Lo mejor y lo peor es lo que queda. La mejor letra y la más absurda. El tipo más impactante y el más ridículo, el mejor repertorio y el que se salva por el baile de un figurante... recuerdos del Cuarto Milenio que el Falla nos ha regalado. Y que lo siga haciendo por muchos años. 

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