"Es un cabroncete, ¿cabroncete se puede decir?". José Antonio García Molina El Tato, con la risa como muro de contención de la emoción, pasó la noche del viernes "el mejor mal rato" de su vida en el Gran Teatro Falla cuando la comparsa de Kike Remolino, su comparsa, le cantaba por sorpresa una de las coplas presentadas a Concurso. "El pasodoble que me han dedicado me ha llegado al alma", acertó a expresar.
El guitarrista, que el mes pasado sufrió un infarto por lo que ha tenido que tomarse un pequeño descanso en la competición, aseguraba que "no sabía nada de nada" de este bonito homenaje firmado por Enrique García Rosado e interpretado por todos sus compañeros. "De verdad que les estoy muy agradecido", confesaba el comparsista que "tenía en el pensamiento escuchar a la agrupación en bambalinas" pero sus compañeros "insistieron en que la viera desde el palco". "Escúchala allí mejor tranquilito", le recomendaron con el objetivo solapado de colocarlo en un lugar donde pudiera oír bien la copla que le tenían preparada.
Además de su copla, a Tato le ha gustado "mucho" el repertorio de 'La luz de Cádiz' que, evidentemente conocía en buena parte, "porque había cositas que yo había ensayado y sabía cómo iban" pero también le ha llenado mucho las piezas que no tenía controladas del todo "como el popurrí, que no lo había escuchado montado hasta ahora".
Agradecimiento y satisfacción del comparsista a su autor que se materializó en el abrazo en el que se fundieron en la trasera del escenario al finalizar la actuación de la comparsa.
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