COAC 2020

Kike Remolino, 25 años ‘encaidenao’ al Carnaval

  • El férreo lazo que mantiene el gaditano emigrante con su tierra inspira al autor en el año en el que, además, celebra sus bodas de plata en la fiesta

Algunos componentes de la comparsa 'Los encaidenaos', de Kike Remolino, en la sesión de maquillaje.

Algunos componentes de la comparsa 'Los encaidenaos', de Kike Remolino, en la sesión de maquillaje. / Julio González

Un cuarto de siglo separan al niño que debutaba como intérprete en la comparsa juvenil ‘El relicario’ del hombre que hoy se erige como uno de los esperados autores de un Concurso que levanta pasiones. 25 años van de un Kike a otro Kike y, entre ellos, un palmarés envidiable en comparsa y chirigota y unos ojos que siguen chispeando cuando de coplas se habla. Encaidenao al Carnaval y a un Concurso que sufre, que vive con intensidad y que le burbujea en la sangre como a pocos.

“Estoy como un flan, por año, peor, a mí no se me quita esto con el tiempo”, reconoce, frotándose las manos heladas, Enrique García Rosado, Kike Remolino para gloria de su fiesta, en el Hogar del Pensionista de la calle de la Rosa donde su comparsa se prepara antes de tomar la escena del Gran Teatro Falla.

Allí, en la tercera planta del ya emblemático edificio para muchos grupos, el equipo de Camerino, con Sara Romero a la cabeza, maquilla a los comparsistas de ‘Los encaidenados’ construyéndoles un antifaz blanco a modo de pequeño guiño al desaparecido y admirado Juan Carlos Aragón, autor que en sus primeras incursiones en la comparsa contó con la voz de Remolino (’Los condenaos’, ‘Los ángeles caídos’...)

“Pero no sólo llevamos un recuerdo a Juan Carlos, en la escenografía y atrezzo –realizados por la empresa Arte y Vida– también habrá detalles para Manolo Santander y un rincón de la costura dedicado a Chari Delgado”, adelantaba el autor que en ‘Los encaidenados’ se acuerda, en las formas, de los que no están y, en el fondo, de los que están lejos.

Y es que la nueva comparsa de Remolino bebe de la nostalgia tanto del gaditano que vive lejos de su tierra como del gaditano que vive en Cádiz pero que echa de menos al que está lejos. “Esto es como una enfermedad, rara es la familia que no tiene a alguien fuera”, precisa el autor que toma “las cosas importantes”, “lo fundamental”, que se añora cuando se está lejos de la tierra para cimentar esta nueva creación.

“No sé si es más social que mis últimas comparsas pero sí te puedo decir que es más directa, con un mensaje más claro, o será que yo no necesito musicar demasiado para explicarme”, reflexiona sobre un repertorio que ha salido “fluido”, “fácil” y “con sencillez”.

Un repertorio “muy ensayado”, “muy trabajado por el grupo”, por lo que García Rosado siente que “podrá llegar más a la gente”. “Cuando se tiene el repertorio listo pronto y da tiempo de ensayar mucho, se nota. Se sube uno a las tablas más tranquilo y se canta con mucha más seguridad, y eso se percibe desde el público”, acierta.

Eso, sobre las tablas, porque estas horas antes del gran debut son “terribles” para el autor de ‘Los encaidenaos’. “Hoy ha sido un día de no parar. Me he levantado a las cinco y media para ira a Astilleros a trabajar y cuando he salido a las tres me he ido para el Falla a mirar las luces, después a mi casa a echarme un rato y ya me he venido para acá donde el grupo había llegado unas horitas antes”, relata.

¿Expectativas? Todas. Agradar, pasarlo bien, llegar a la gente, ser competitivos... “Creo que tenemos un plus al ser el tema que es, que mucha gente se va a sentir identificada”, baraja con esa misma chispa que le prende los ojos Carnaval tras Carnaval, Concurso tras Concurso. “Sigue encendida por el grupo, porque me gusta este grupo, pero también por las ideas, porque cuando te viene una idea dices, “sí, esto tiene una copla, esto tiene una comparsa” y de eso no me canso”. 25 años mirando el Carnaval frente a frente. Y a por 25 más.

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