Carnaval de Cádiz| Comparsa de Fran Quintana

Buscando la esencia de las coplas, la comparsa y del Carnaval

  • Los integrantes de la comparsa de Fran Quintana se transforman en antiguos buscadores de oro para alcanzar las raíces de nuestra fiesta

Uno de los buscadores de oro de la comparsa de Fran Quintana.

Uno de los buscadores de oro de la comparsa de Fran Quintana. / Julio González

Hay quiénes buscan la fama y el dinero, quiénes persiguen el elixir de la eterna juventud, quiénes ansían el amor, la salud y la felicidad y también los que buscan la esencia de las coplas del Carnaval. Así respira la comparsa de Fran Quintana, defensor a ultranza de la “copla sencilla”, que este año forma tándem con Ernesto Argibay ‘Galleguito’ como director de una agrupación que, transformados en buscadores de oro, se adentran en los caminos que conducen a la raíz de nuestra fiesta y del propio origen de la comparsa, “sin abandonar el registro de una comparsa muy actual”.

Pero no se trata de una búsqueda de tipo para afuera, sino desde el núcleo, desde el corazón de la comparsa Los buscadores, desde que nace hasta que lanza sus coplas al teatro, “como se hacía antiguamente”, como si se tratara de una agrupación de los años 60. “No tenemos ni maquilladoras, ni modista, ni escenografía, la ropa y los accesorios los hemos sacado de saldo en las tiendas y en Amazon y los complementos los hemos creado nosotros mismos, como harían nuestros abuelos, pero en la actualidad”.

Una idea que han moldeado de principio a fin, depurando todo tipo de excesos, como cuando el buscador de oro menea su plato tras meterle un tajo a la tierra para dejarla caer hasta encontrar su premio. “El oro es en este caso la esencia de nuestro Carnaval, de donde venimos, de una música sencilla sin punteao, con pito, bombo y vámonos. Como cuando lo hacía Paco Alba o Enrique Villegas”, cuenta Fran Quintana, que ha encontrado en Galleguito un fiel aliado a la hora de conducir esta idea hasta la función de este miércoles, hasta las tablas del Teatro Falla. “Nos hemos compenetrado muy bien, él ha participado mucho en todo el proceso, en esta idea que hemos hablado y debatido mucho porque de eso se trata”, añade Quintana, que este año, además, ha renovado su grupo. “Todos han intervenido, hemos trabajado casi como una cooperativa”, explican.

Una cooperativa, que en este caso es una comparsa también con doce componentes en lugar de quince, que aquí no hay ni trampa ni cartón, “como las comparsas antiguas, como lo hacían nuestros abuelos”, confirma Galleguito, que aparte de sumar varios premios y una dilatada trayectoria en el Falla, lleva en la sangre esto mismo de lo que está hablando como hijo de Manuel Argibay, Antifaz de Oro y miembro de la Peña Nuestra Andalucía, “que junto a Carlos Brihuega y Jesús Monzón es de los carnavaleros con más primeros premios”, comenta orgulloso.

Hasta el bombo lo traen con las mismas hechuras de antaño, en pequeñas dimensiones, “como cuando se hacía con cajas de sardinas en arenque”, sólo que lo ha reproducido el ecoluthier Pablo Gallardo. Una idea sencilla “que esperemos saber transmitir al espectador”, y que se traslada al tipo, en el que no falta el vaso y el plato “original de buscadores de oro actuales, que hemos pintado nosotros para fijar la arena que hemos cogido en la Caleta”. También llevan gorro, pañuelo y hasta el pito de hojalata de los viejos comparsistas. El círculo se cierra en el teatro, con un forillo alquilado que recrea la plaza de la Cruz Verde, un suelo totalmente repleto de serpentinas y un grupo de figurantes “como si estuvieran viendo un pasacalles un día de Carnaval”, desgranan.

Una búsqueda a conciencia que aparte de reflejar el sentir de ambos, de Fran Quintana como autor y Galleguito como director, han afrontado con una idea muy clara: “No queremos reclamar la idea de la comparsa antigua, sino buscar su esencia para ser lo que somos, una comparsa actual. Porque todo tiene una raíz y es esto lo que queremos contar precisamente”, coinciden. De hecho, su meta es calar no sólo en el público mayor, sino en el público joven, con una comparsa que viene a refrendar “los principios y valores que siempre he defendido”, apunta Quintana, “y ambos hemos tenido la misma sensibilidad, ha sido muy fácil trabajar con Galleguito y el resto del grupo, con los que todo ha ido a las mil maravillas”.

En cuanto a las expectativas de un autor que el pasado año se quedó en las puertas de la semifinal contra todo pronóstico, afirma que “lo primero es que la idea llegue al público, y una vez ahí, pues quiero estar en esa rampa de los posibles semifinalistas, claro, porque con los años uno va ganando la maldad de competir”. Ésta es su búsqueda y así lo quieren contar.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios