En el Pópulo se respira amor. Amor puro y duro durante la noche del 14 de febrero. Y es que el idilio entre el Carnaval callejero y el barrio más antiguo de Cádiz es ya legendario, traspasa fronteras y no son pocos los visitantes de fuera de Cádiz que también han querido disfrutar de una, ya tradicional, noche de Miércoles de ilegales en el Pópulo.

Así, ya desde antes de las nueve de la noche, tímidamente, comenzaron a llegar los primeros aficionados y, por supuesto, las primeras agrupaciones tanto callejeras como participantes en el Concurso del Teatro Falla. Y es que, los tablaos de la ciudad animan a que estas agrupaciones ‘oficiales’ se queden en Cádiz brindando más coplas durante el resto de la noche. Incluso, los más jóvenes de la fiesta, la Cantera del Carnaval gaditano, tenía su propio espacio en la plaza de San Juan de Dios, donde anoche comenzaba el certamen para esta categoría. Con todo, las agrupaciones infantiles y juveniles también le cantaron al público cara a cara bajo el escenario.

Una de las callejeras tempraneras fue ‘Los metemierda’, una formación jerezana que ya lleva varios años participando en el Carnaval de la calle gaditano. Lo dicho, amor a la fiesta que se celebra aun más cuando un Miércoles de Ceniza es también un Día de los Enamorados y, por encima de todo, un Miércoles de Carnaval.

De esta forma, los carnavaleros jerezanos explicaban que si bien en sus primeros pases había poquita gente, pronto comenzó a animarse el ambiente en el interior de las murallas medievales donde se encontraba esta agrupación.

Muy cerca de ellos, en la calle Posadillas, ‘Este año nos despedimos’ formaban el taco con un animado estribillo donde anunciaban las barrabasadas que podían hacer en estos días de juerga.

Esta marabunta que, poco a poco, se iba formando comenzó a tomar dimensiones gigantescas en la escalerilla de la iglesia de Santa Cruz. Y es que la chirigota roteña ‘El niño de Isabelita 2’ se disponía a tomar posiciones, seguida de un séquito de enamorados que lo seguían a pies juntillas por el barrio del Pópulo.

El romancero ‘Malagaditano’ (pues eso, de Málaga y Cádiz), frente a la Taberna del Almirante; o en la plaza del Pópulo su compañero de modalidad ‘No tengo prisa, ni nadie que me la meta’ fueron otras dos de las muchas agrupaciones que iban subiendo la temperatura de la noche.

Pero el amor por las coplas callejeras es mucho amor. Y se desborda. Así, si el Miércoles de Pópulo empezó siendo una cita dentro del antiguo barrio medieval, en los últimos años la pasión ha roto las costuras de su configuración urbanística, y esta noche de callejeras se fue extendiendo, primero, por los alrededores, y ya hasta por todos los lugares clásicos de Cádiz en los que se escuchan ilegales los fines de semana.

De esta forma, la muy buscada chirigota del Airon se dejo ver sobre las diez y media de la noche por la calle Rosario (frente al Habana) o la chirigota de la bandera, ‘Los Trisnina’, comenzaban a cantar por Santo Cristo, es decir, alrededor ya de Candelaria.

Pero en los dominios inmediatos del Pópulo sigue habiendo que escuchar. ‘Los secos del Rocío’, en Villalobos; el romancero ‘El quinto coño’, en Cristóbal Colón, la misma calle elegida por ‘Los que te ponen buena cara’ y por los curas cachondos de ‘Cuéntame’, mientras que en calle Cobos tenían enganchados a un buen número de seguidores ‘A morir que son dos días’.

Enganchados a las risas, al golferío, a las siempre coplas sinvergüenzas del Carnaval callejero. Amor. Puro Amor. Amor del bueno.