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Gesta histórica del San Fernando para tumbar al Real Madrid Castilla (3-2)

Los jugadores del San Fernando, eufóricos tras la remontada.

Los jugadores del San Fernando, eufóricos tras la remontada. / Antonio Quintero/San Fernando CD

Lo que se ha vivido en el Iberoamericano ha sido un sueño que quedará en la retina de los aficionados isleños mucho tiempo. El estadio azulino fue, ante el líder Real Madrid Castilla, más azulino que nunca y el equipo de Pablo Alfaro brindó a sus seguidores el sábado 25 de febrero una de esas victorias que hacen que el fútbol sea el deporte más amado del planeta. La remontada, el triunfo, del 0-2 al 3-2, por la manera en que se produjo tuvo una dosis importante de éxtasis, de felicidad y algarabía. El San Fernando enganchó a los suyos más que nunca y amarró tres puntos de oro en la lucha por la permanencia.

Y es que el equipo de Pablo Alfaro nunca le perdió la cara al partido, jugó con osadía ante un equipo mucho mejor sobre el papel, y creyó en el triunfo de principio a fin. Esa fue la clave de la tercera victoria consecutiva que cosecha el cuadro de La Isla, esa que le aleja de manera significativa de los puestos de descenso.

Tras el cero a dos nadie en el estadio azulino que no cesó de apoyar a los suyos, pensaba que el milagro pudiese existir. Nadie a excepción de los de Pablo Alfaro que no cejaron en su empeño de hacer que el líder hincase la rodilla en La Isla.

El partido fue apasionante en todo su recorrido porque ya, desde los inicios del mismo, los de azul y blanco dejaron a las claras que iban a tratar de tú a tú a un equipo superlativo, con las mejores promesas del futuro del balompié en sus filas.

Por eso, el San Fernando se instaló en campo foráneo y apretó los dientes para buscar anteponerse en cada uno de los balones divididos, para asediar al rival y, sobre todo para que éstos no tuvieran el mando del encuentro, ese que pertenecía única y exclusivamente a los de La Isla.

Ya la primera mitad tenía, y debía, de haber terminado con la victoria parcial de los de Pablo Alfaro que tuvieron inmejorables ocasiones de adelantarse en el marcador. En el 6’ fue un centro de Ilyas Chaira (impresionante su estado de forma), al que no llegó Gabri Martínez, en el 9 se intercambiaron las jóvenes promesas del equipo isleño los papeles pero el remate del primero lo sacó con la cara Rafa Martín, aunque se reclamó penalti. Y en el 10 David Ramos desde la frontal lo intentó pero respondió bien el cancerbero madrileño.

La más clara local estuvo en el 37’ donde un disparo de Ilyas fue rechazado por Mario de Luis, llegando el cuero a Gabri que volvió a rematar para que el cancerbero se luciese nuevamente. Los isleños dominaban, creaban y tenían el peso del partido, pero el gol no llegaba.

Y eso que Aquino en la segunda parte estrelló el cuero en el travesaño. Pero la diferencia en el fútbol está en la pegada y en una de las pocas ocasiones que tuvo el cuadro de Raúl, el camino se puso tremendamente cuesta arriba para los isleños, mucho más cuando Arribas lo empinó con el segundo tanto madrileño.

Pero llegó la épica, la oda al fútbol, la remontada soñada. Fueron seis minutos de vértigo, con un campo volcado con su equipo, con sensaciones que hacía mucho tiempo no se vivían en la ciudad futbolística. Primero fue David Ramos desde la frontal el que metió a su equipo en el partido, luego fue Lanchi con una extraordinaria chilena el que puso el éxtasis en el campo y finalmente fue Biabiany el que hizo explotar de algarabía a una afición necesitada de grandes gestas, de grandes momentos, de grandes alegrías, es que les dio su equipo, esa que ya es histórica, es que quedará en la retina y en la memoria de los aficionados del San Fernando que pudieron celebrar una remontada épica y un triunfo de un equipo que creyó en él durante un encuentro apasionante.

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