El Cádiz B se lleva la peor parte de su visita a Coria, donde cae 3-2 en un final muy polémico por la señalización de un penalti que da al traste con las aspiraciones amarillas. El filial sigue en problemillas -como toda la campaña- y de nuevo entra en una espiral de resultados que no es favorable.

El arranque del equipo de Alberto Cifuentes fue para olvidar, dando muestras de una debilidad que facilitó las cosas a los de casa. En 12 minutos, el Coria ya vencía 2-0. Era el peor escenario posible para un Cádiz B que estaba noqueado, fuera de sitio y a merced de un rival que apenas había puesto argumentos para estar muy por encima. Era claramente un regalo de los gaditanos, más que méritos de los extremeños.

El primer tanto nace en un doble remate fácil del Coria en el entorno de Flere; primero es Tráver el que prueba suerte y el despeje acabe en un balón colgado que Pino cabecea al fondo de la red. Sin tiempo para coger aire e ideas, Iván enganchó un centro y superó al portero cadista. Desastre total.

Pudo ser peor porque la tendencia era nefasta en el césped, pero el lanzamiento de una falta a cargo de Chapela dio al Cádiz B fortuna y aire. 2-1 y se metía en el duelo. Cifuentes movió el banquillo para variar su idea inicial y las fuerzas se fueron equilibrando.

El segundo periodo empezó como acabó, de locos. Gol anulado al Coria, ocasión clara para Cveticanin y acción acertada de Algarra salvando un gol local sobre la cal. Hubo fase de golpes en el segundo acto pero con escasa puntería. Los banquillos se movían para dar frescura a las piernas y a la mente, pero las ausencias del Cádiz B no dejaban mucho margen en esos relevos.

A las puertas del 90, Dávila derriba a Lau y Jinjolava acierta en la pena máxima decretada por el colegiado. Era oro ese punto para el filial. Pero en el 90 se formó el taco en el área visitante con unas manos muy protestadas que el colegiado marcó como tal. Lluvia de cartulinas por las protestas antes del gol de Isma Cerro, que mataba el encuentro y al Cádiz B.

El equipo de Cifuentes está llamado a sufrir hasta el final a la espera de los resultados de esta jornada, que le pueden acercar al peligro debido a los enfrentamientos que se van a producir.