El Conil debe dar por bueno el empate que logró ayer en el Pérez Ureba ante el Punta Umbría, y todo ello a pesar de que los onubenses lograron igualar la contienda en el último minuto y de penalti (2-2). Se vieron las caras dos de los gallitos de la categoría, que disputaron un partido algo bronco y con mucho protagonismo arbitral, pues hubo tres expulsados y tres penaltis. En el minuto 20 llegó la primera jugada comprometida, el penalti de Faly sobre Juan que supone el 0-1. Acto seguido el Conil despierta y empieza crear. Tras una serie de llegadas sin peligro llegó la mejor jugada del partido, la del empate de Narváez, que pone el balón en la escuadra con un fuerte zapatazo. Antes del descanso los onubenses se quedaron con diez por la segunda amarilla de Rana, que derivó además en la expulsión de su entrenador. En la reanudación el equipo onubense cambió de sistema y se echó atrás para esperar las contras. Baena tuvo varias ocasiones para adelantar a los conileños, pero ayer no fue su día. Así se llegó a un trepidante final de partido que arrancó con el penalti que puso por delante a los locales. Aunque ahí no acabó la cosa y una mano de Narváez bajo palos da con sus huesos en la calle y significa el 2-2 final.