Aunque parezca lo contrario en unos últimos tiempos revueltos, el Cádiz sigue siendo un club de fútbol, ese deporte que irrumpe casi sin hacer ruido los fines de semana en medio de tanto lío institucional que mantiene bloqueada la gestión de la entidad a causa de la terquedad de Sinergy, que no sólo no ha cumplido sus obligaciones económicas -ni deportivas después de estar cerca de conducir al equipo a Tercera la pasada temporada, lo que hubiera supuesto la inmediata liquidación del Cádiz-, sino que, une vez que ha dejado de ser el propietario del paquete mayoritario de acciones, no ceja en su empeño de tratar de obstaculizar el aterrizaje de Locos por el Balón, dispuesto a poner los euros necesarios encima de la mesa desde el primer instante -empleados, jugadores y técnicos llevan dos meses si cobrar, entre otros problemas- y preparado para reforzar la plantilla de cara a la exigente recta final de curso.

La Liga no se detiene. El balompié se abre paso y lo hace con un comprometido desplazamiento del conjunto amarillo, que mide su temperatura en el campo del Guadalajara (12:15 horas en el estadio Pedro Escartín) en un duelo matutino más importante de lo hubieran querido imaginar ambos contendientes a estas alturas del campeonato. Los pupilos de Raúl Agné se han dejado en el camino más puntos de lo debido (en la cuneta se han quedado 22 en la primera vuelta) y no pueden permitirse el lujo de sumar un nuevo tropiezo que propicie la posibilidad de perder de vista el liderato y ponga además en peligro la cuarta posición, la última que da derecho a disputar la anhelada fase de ascenso. El más que posible regreso de Jorge Luque al once inicial se atisba como la principal novedad en la alineación del Cádiz.

La Hoya Lorca domina con autoridad el grupo IV con 45 puntos y los gaditanos comienzan la 21ª jornada con 38. Una derrota cadista, unida a una victoria del cuadro murciano -visita el terreno del Sevilla Atlético también por la mañana, a las 11:30 horas- abriría una brecha de diez puntos que complicaría en demasía la pelea por el trono. Ese es el peor supuesto, pero la hipótesis más optimista pasa por un triunfo de los amarillos más un pinchazo de los lorquinos que apretaría la tabla y dejaría la primera plaza a sólo cuatro puntos con 17 jornadas por delante.

Para que los amarillos recorten hoy puntos -o al menos no pierdan la estela del líder- es necesaria la victoria en un campo complicado, como demuestran las cifras. Los locales se hacen fuertes delante de su afición, aunque es cierto que en su última cita casera cayeron frente al Melilla (0-1).

Mayor trascendencia tiene el partido para un Guadalajara que plantó cara en la primera vuelta en el estadio Ramón de Carranza (cayó por un ajustado 1-0 en choque igualado). La escuadra alcarreña, enclavada en la séptima plaza a siete puntos del Cádiz, apura sus opciones de entrar en los 'play-off' precisamente ante el equipo del que más cerca está en esas posiciones. Los hoy anfitriones saben que de ganar se quedarían a cuatro puntos de ese cuarto puesto al que ahora aspira un grupo de rezagados que reciclan su objetivo con la mira puesta puesta en el escalón más cercano que conduce a la batalla por el ascenso.

Los futbolistas entrenados por Agné son conscientes de que el Guadalajara se juega el todo por el todo en su feudo y deberán andar bien despiertos desde el pitido inicial para no verse sorprendidos por el previsible arreón de los locales. Es una oportunidad de dejar noqueado a un rival que de ser directo puede quedar en la lejanía.

Una vez que el preparador cadista recupera en la convocatoria a los centrocampistas Mehdi Nafti -se ha ejercitado esta semana con normalidad ya restablecido de una lesión en una pierna- y Jorge Luque -después de haber cumplido la sanción federativa impuesta por el Comité de Competición tras ser expulsado en el encuentro ante el Cacereño-, no sería extraño que el técnico apostara por tres hombres en la medular, una fórmula que resultó exitosa en La Roda, la última salida hasta la fecha del conjunto amarillo que se saldó con un contundente triunfo por 1-4. Con la más que segura vuelta de Jorge Luque al equipo, Agné debería escoger a dos jugadores entre Nafti, Fall y Mikel Martins como compañeros del capitán en el caso de decantarse por el trivote. El sacrificado resecto al anterior partido sería, en principio, Perico, que contaría con más opciones de entrar en el once si la decisión del míster es la de un doble pivote. Kike López sería inquilino de una banda, mientras que Juan Villar y Airam Cabrera serían los hombres más adelantados en ataque.

En la retaguardia no se esperan movimientos. Alejandro ejercerá una jornada más como guardián de la portería -es el único integrantes de la plantilla del Cádiz que ha disputado todos los minutos-, escoltado por Dalmau en el lateral derecho, Fran Pérez y Josete en el centro de la defensa y Ceballos en el costado izquierdo de la zaga. No parece probable que el técnico vuelva decantarse por Ceballos en el eje y Josete en el lateral, sobre todo después del desastre defensivo ante el Cacereño con esa colocación sobre el terreno de juego.