Deportes

Una discreta celebración

  • El objetivo del 'triplete' hace que el Barcelona festeje con mucha mesura el título de Copa · El equipo sólo se dejó ver en el autobús desde el aeropuerto al estadio

El Barcelona celebró ayer sin excesos el título de campeón de Copa del Rey, cuyo trofeo apenas pudieron ver los miles de aficionados que salieron a las calles de la ciudad para ver pasar al equipo.

La Copa del Rey, ganada por un contundente 4-1 el miércoles ante el Athletic de Bilbao, es sólo el primero de los tres títulos a los que aspira el Barcelona, que el fin de semana podría proclamarse ya campeón de la Liga y el 27 de mayo disputará en Roma la final de la Liga de Campeones ante el Manchester United.

Por eso, los hombres de Josep Guardiola apenas compartieron el trofeo y el triunfo con sus aficionados, que se quedaron sin fiesta en el estadio del Camp Nou.

La única celebración que se permitió el equipo azulgrana fue un paseo en autobús desde el aeropuerto de El Prat hasta el estadio barcelonista, escoltados por las fuerzas de seguridad y numerosos fans que hacían sonar sus claxons y enarbolaban banderas.

Durante el recorrido, miles de hinchas recibieron al vehículo, en el que se podía leer la inscripción en catalán de "Campions Copa del Rei 2008-2009", al grito de "Sí, sí, sí, la Copa ya está aquí", "Campeones, campeones" o "Barça, Barça".

De los jugadores, sin embargo, poco pudieron ver, pues en lugar de un autobús descapotable, el club utilizó uno techado y con los cristales oscurecidos.

La Copa llegó a Barcelona de la mano del capitán, Carles Puyol, y el entrenador, Guardiola, que la bajaron del avión sujetándola al unísono.

El equipo, que llegó con algo de retraso desde Valencia a causa de la niebla en Barcelona, posó para los fotógrafos y en seguida se subió al vehículo que los llevó al Camp Nou.

La fina lluvia que cayó en Barcelona también deslució la tímida celebración de un Barcelona que tiene su mente ocupada únicamente con la histórica hazaña del triplete.

De hecho, el club no tiene prevista tampoco ninguna fiesta en caso de que el equipo se proclame campeón de Liga el domingo en Mallorca.

La gran celebración se prepara para el 28 de mayo, un día después de la final en Roma, en la que el Barcelona espera ofrecer a sus aficionados, ahora sí sobre un autobús descapotable, Copa, Liga y Champions.

Precisamente con vistas a ese posible día de celebraciones por todo lo alto, la batalla en la zona de la plaza de Cataluña tras la victoria del Barça en la Copa del Rey, que se saldó con 50 detenidos, un centenar de heridos leves y numerosos daños materiales, ha puesto en alerta a las autoridades ante la posibilidad de más incidentes si los culés ganan el triplete.

Los Mossos d'Esquadra detuvieron a 45 personas, cinco de ellas menores de edad, por los alborotos que se registraron a partir de las dos de la madrugada, cuando un grupo de unos 300 jóvenes violentos rompió la línea de seguridad en la calle Pelai y empezó a lanzar botellas, latas de bebidas y objetos contundentes contra el dispositivo policial que se había montado para la celebración.

Los agentes de la policía catalana practicaron las detenciones después de que los jóvenes no atendieran sus reiterados avisos por megafonía de que depusieran su actitud violenta.

En medio de una "lluvia de objetos", ya que además de botellas y latas los jóvenes también lanzaban macetas, bicicletas e incluso un semáforo, los agentes antidisturbios de los Mossos dispararon pelotas de goma e hicieron uso de sus vehículos policiales para tratar de restablecer el orden, lo que lograron hacia las tres de la mañana. Paralelamente, la Guardia Urbana de Barcelona detuvo a otras cinco personas por los mismos incidentes.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios