El club afrontó el segundo tramo de la pasada temporada con sólo 19 futbolistas por la falta de jugadores sub'23 suficientes con los que completar la plantilla. Sólo hubo tres (Riki Alonso, Tomás y Navarrete, ya que Galindo de marchó en el mercado de invierno) cuando podía legar a seis. El panorama ha cambiado para el curso entrante y la entidad parece dispuesta a contar un plantel más amplio para aumentar el potencial y de paso incrementar el margen de maniobra del entrenador, Claudio Barragán.

El Cádiz dispone de siete jugadores sub'23 con perfil para quedarse en el primer equipo: los fichados este verano Guille Lara, Cristian Márquez, Zafra y Lolo Pla, además de Tomás, José Mari y Alberto Quintana.

Guille Lara, Cristian Márquez, Tomás y Lolo Pla ocuparían cuatro licencias de jugadores que no superan susodicha edad, y quedaría por resolver el futuro de José Mari, Alberto Quintana y Zafra. El delantero isleño tiene complicada su continuidad porque el club busca un ariete en el mercado que dificultaría aún más su participación, de manera que podría salir como cedido o traspasado. En el caso del medio gaditano, es un futbolista con proyección que gusta mucho en el club pero quizás salga cedido o incluso juegue en el B para que disponga de los minutos que no encontraría en el primer equipo. Zafra recaló este verano con el reto de demostrar que tiene un hueco en la plantilla, aunque no es descartable que termine vistiendo la equipación de otro equipo en condición de cedido.

Esos son los sub'23 que hay a día de hoy, pero hay margen de tiempo para que puedan llegar más porque mientras el mercado esté abierto todo es posible.

Otros jóvenes valores de la cantera están haciendo la pretemporada con el equipo amarillo. Están Pablo Molina -está desplegando una labor destacada-, Sergio, Román, Wise... Perlas que se foguean en verano con la ilusión de ganarse un sitio, aunque su destino apunta al filial para seguir crecieno a base de partidos sin perder de vista su gran objetivo de jugar encuentros oficiales con el Cádiz.