El Chiclana CF pudo poner un final feliz a la 11ª jornada de Liga, después de tres semanas sin ganar. Los blancos, tras caer en Las Cabezas y ante la Lebrijana, y empatar en el feudo del Atlético Central sabían que no había lugar a esperar otra cita para recuperar sensaciones en forma de tres puntos. Lo cierto es que alcanzó su objetivo con sufrimiento y después de una segunda mitad que se convirtió en una montaña rusa.

Ya aparecieron ocasiones en el primer acto para abrir la cuenta, aunque los jugadores de uno y otro bando parece que se pusieron de acuerdo para dejar la salsa del gol tras el paso por el vestuario. Salió enchufado el Chiclana con un once ofensivo que perseguía poner tierra de por medio cuanto antes; los intentos del equipo de José María Suazo fueron insuficientes para romper la igualdad inicial.

Todo lo contrario a lo que se vio en la segunda mitad. Apenas había dado tiempo de tomar el pulso a la reanudación cuando Dani Guerrero hizo saltar por los aires el entramado defensivo de La Palma. Un gol muy valioso que, en teoría, daba paso a otro partido. Mejores fueron las sensaciones a los siete minutos, pues Sergio Alba puso rúbrica a un golazo que separaba sensaciones y marcador entre ambas escuadras.

El choque estaba bastante encarrilado hasta que en el 68' Jesús Vega metió el miedo en el cuerpo a todos al reducir la cuenta. Pero ese temor pasó a terror en el 82' cuando de nuevo el delantero del conjunto onubense superaba a Fran Sánchez. La ventaja chiclanera se caía por la borda con la preocupación de que La Palma buscara la hazaña total.

Fue entonces cuando apareció la experiencia de Manzano para convertir en locura feliz el penúltimo suspiro. El chiclanero marcó el 3-2 con escaso margen hasta el final que hizo imposible la remontada de los visitantes. Una victoria que acomoda otra vez a los blancos entre los mejores del grupo a la espera de visitar la próxima jornada a a UD Algaida, que se presenta como un apasionante derbi provincial al estar los dos equipos empatados a puntos.