Fútbol | Primera Federación

Salva Ballesta pone el listón alto en el San Fernando

  • El nuevo entrenador afirma que "soy ambicioso y no tengo techo más que el ascenso de categoría porque hay equipo para ello"

Salva Ballesta posa con la camiseta de su nuevo equipo.

Salva Ballesta posa con la camiseta de su nuevo equipo. / A. QUINTERO/SAN FERNANDO CD

Llegó y dejó las cosas claras. El San Fernando CD será un equipo que tendrá que trabajar, trabajar y trabajar para conseguir los objetivo, "después hace falta la dosis de suerte necesaria para terminar de hacer las cosas bien", porque "esto es fútbol y el fútbol es así".

Eso fue lo que desprendió el nuevo entrenador del San Fernando, el mítico jugador Salva Ballesta que, desde el día de ayer, tomó las riendas del equipo azulino en sustitución de Nacho Castro, que llegó a un acuerdo con el club isleño para rescindir su contrato.

La jornada fue frenética, en primer lugar porque ya por la noche se anunciaba que el ex jugador del Sevilla, Atlético de Madrid o Málaga entre otros equipos ya se pondría el mono de trabajo en la mañana del mismo miércoles, cuando el equipo se desplazaría hasta el Novo Sancti Petri para realizar la sesión preparatoria.

Era la primera toma de contacto con sus nuevos pupilos y la sesión, además del aspecto físico quedó encuadrada en una larga charla que Salva Ballesta tuvo con sus nuevos jugadores, dejándoles a las claras cuáles son sus intenciones, que es lo que pretende de ellos y principalmente para entender y comprender en qué estado se encuentra el plantel con el que tendrá que trabajar ya de cara al partido ante el Sanse el próximo sábado a partir de las siete de la tarde.

Una vez terminado el entrenamiento tocaba el turno de ser presentado a los medios de comunicación locales, esos que aguardaban en el estadio Iberoamericano para conocer las primeras palabras del nuevo entrenador del equipo isleño en su comparecencia.

Poco antes de llegar el equipo, con Salva Ballesta en el autobús, arribaban al estadio el director deportivo del equipo, David Vizcaíno y el presidente de la entidad de La Isla, Louis Kizinger, cuyos rostros marcaban el cansancio de las jornadas que se han vivido tanto el lunes, como el martes, con el ajetreo que significa la destitución de un hombre tan querido en el club como Nacho Castro.

Alrededor de la una y media de la tarde llegaba la presentación del nuevo entrenador y era el presidente Kinziger en solitario el que comparecía, principalmente para dar las gracias a Nacho Castro, de manera pública, por la labor que ha realizado en el club, por el cariño con el que ha hecho su trabajo y por los momentos buenos que le ha dado a la entidad. El máximo mandatario pasaba el protagonismo a Vizcaíno y a Ballesta para mostrar las intenciones deportivas del San Fernando.

De este modo subieron a la palestra ambos dirigentes y fue el mandatario deportivo el que tomó la palabra para explicar que se había decidido dar un giro en la dirección del equipo señalando que "con esto no quiero decir que Salva sea mejor que Nacho, o Nacho mejor que Salva", indicando que "lo que hemos buscado es un cambio que esperemos que salga lo mejor posible".

David Vizcaíno, igualmente indicó que Salva Ballesta estaba en su parrilla de salida porque "es un hombre al que conozco y hace mucho tiempo que quiero trabajar con él", añadiendo que "es una apuesta para que el equipo reaccione y creo que está capacitado para hacer grandes cosas". Para finalizar el director deportivo dejó a las claras que "en los años que llevó al frente de los equipos quizás la destitución de Nacho Castro ha sido de las más dolorosas, porque además de entrenador ha sido un amigo del que seguiré teniendo con el paso de los años".

Le tocaba el turno al nuevo entrenador, ese que dejó mil y un titular en su intervención pero principalmente la apuesta del mismo no es otra que "la de trabajar, porque en el fútbol para que las cosas salgan hay que ir al doscientos por cien, sobre todo en un grupo tan bonito y apasionante como el que nos ha tocado vivir, que tiene grandes equipos".

Ballesta llega al San Fernando "como tiene que ser, con la mayor de las ilusiones, a un gran club, con un enorme proyecto y una gran afición que ya he tenido ocasión de sufrir en mis carnes como aprieta y eso para el de casa es bonito". "Venimos con todas las intenciones del mundo y no a medio pelo, soy ambicioso y en mi horizonte no está otra cosa que el ascenso", afirmaba con rotundidad el nuevo entrenado azulino.

"Yo me levanto con el corazón a 180 pulsaciones y me acuesto igual, y todos tienen que seguir mi ritmo"

El técnico dejó frases como "yo me levanto con el corazón a 180 pulsaciones y me acuesto igual y todos tienen que seguir mi ritmo", o "hay una grandísima plantilla con la que se pueden hacer grandes cosas", comentando también que "trabajaré con el plantel que tengo, confeccionado por el director deportivo que es todo un profesional y todos parten de cero", sentenciando que "en el fútbol 2 y 2 no son cuatro, hay muchos condicionantes pero hay que hacer que la pelota entre". Ballesta también afirmó entre otras cosas que "no soy de los que piensan que éste juega o no porque yo lo digo, tengo un grupo de gente y entre todos decidimos", señalando que "el que trabaje y lo de todo tendrá mucho ganado".

Este es Salva Ballesta, todo carácter. Llega a San Fernando para dar un giro radical al equipo, para que todos comiencen a creer en el cuadro de La Isla y para hacer soñar a una entidad que tiene, en esos sueños altas cotas. Bienvenido.

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