Florian Trittel es uno de los componentes del equipo español que los días 9 y 10 de octubre participa, junto con otros siete conjuntos, en el Gran Premio de España de SailGP que se desarrolla en Cádiz.

Trittel ocupa la posición de trimmer mayor en el F50 Victoria, el catamarán español. Es el encargado de ajustar la vela en función de las condiciones del viento y el rumbo.

La sexta prueba de la temporada SailGP tiene un doble carácter especial para Trittel. El primero, porque el equipo español compite en casa. El segundo, por su reciente pasado en territorio gaditano.

Está encantado en Cádiz, contento de regresar a la provincia en la que residió durante seis años. Nacido en Alemania hace 27 años y criado en Barcelona, con 18 se instaló en Tarifa en busca de viento hasta que volvió a Cataluña, donde se preparó para los Juegos Olímpicos de Tokio. Allí, con la canaria Tara Pacheco, obtuvo la sexta plaza (diploma) en Nacra 17.

"Que una prueba de la SailGP se dispute en Cádiz es una maravilla. Sin duda algo especial. Cádiz tiene un excelente campo de regatas", comenta a Florian a Diario de Cádiz desde el paddock español ubicado el muelle de la ciudad.

"Estamos muy contentos de estar aquí, estamos deseando devolver a la gente todo el apoyo que nos da. Si ya es un aliciente competir, mucho más aquí en Cádiz". No oculta que el papel de anfitrión que desempeña España eleva la presión, "pero una presión positiva". Con la máxima ambición.

Trittel ve al equipo español bien conjuntado. Sus componentes llevan varios día de entrenamiento en aguas gaditanas "en unas condiciones muy buenas".

Espera un fin de semana igualado entre los ocho equipos participantes hasta el punto de no atreverse a dar un favorito. "Todos tenemos posibilidades, hay mucho nivel y nosotros vamos a darlo todo para intentar dar una alegría a nuestra gente".

Florian está convencido de que es una oportunidad única para que le gente disfrute de la SailGP en Cádiz. "Es la Fórmula 1 de la vela y es algo que merece la pena ser visto. Es espectacular. Sabemos que hay mucha expectación y queremos hacer disfrutar a la gente".

El integrante del equipo español reconoce que es una experiencia increíble llegar a casi cien kilómetros por hora en el agua. "Son catamaranes de alta tecnología, los más avanzados del mundo". Y cuando estos días están entrenando en el agua y hay un momento de tregua, les da tiempo de disfrutar de la vista la ciudad que se ve desde el mar. "Es una maravilla", apostilla Trittel.