Nuevo paso atrás del San Fernando en Majadahonda (2-1)

Más de lo mismo. El San Fernando tuvo en sus manos lograr la primera victoria del año en tierras madrileñas frente al Rayo Majadahonda y, por el contrario, se vino de vació (2-1) y con la derrota que más duele, esa que se confirma en una remontada en el tiempo de descuento. Los isleños se adelantaron en la segunda mitad en el marcador pero terminaron sucumbiendo de la manera más dolorosa y dan un paso atrás en sus aspiraciones de salir de los puestos de descenso en los que se encuentran.

En un principio, Pablo Alfaro solucionó el problema de la ausencia de Caballero con el debut esta temporada de David Ramos en la zona ancha. De esta forma, el técnico maño colocó una línea de cuatro, donde la novedad principal fue la presencia de Farrando, que volvía al equipo después de cumplir su partido de sanción, en el lateral derecho, mientras que el izquierdo lo ocupaba Luis Ruiz milagrosamente recuperado de su fuerte esguince de tobillo que sufrió en el partido ante el Córdoba. La línea de zagueros la completaban en el centro Rafa Páez, por la derecha y José Carlos por la izquierda.

Con ello, el entrenador azulino dispuso un trivote, con dos por delante de la defensa, Dani Molina y David Ramos y un hombre de creación que, por momentos actuaba de media punta, Bicho. Las bandas correspondieron a Gabri Martínez, la izquierda y Biabiany, la derecha, mientras que Pablo Alfaro cambiaba el cromo del delantero centro y daba la oportunidad de inicio en esta ocasión a Marcelo.

El conjunto de La Isla pareció cómodo en los primeros instantes del choque e, incluso, llevaba el peso del partido, con mejor dominio del cuero, con mejor posicionamiento y con mejores intenciones de cara al marco contrario.

No tardó en llegar la primera oportunidad del encuentro en un centro de Gabri Martínez que Marcelo remató de cabeza lejos de los tres palos, corría el minuto 4, mientras que en el 8’ fue el propio Marcelo el que robó el cuero en una presión alta del equipo azulino y disparó mansamente a las manos de un bien colocado Lucho García.

Tardaron los locales la friolera de 22 minutos en acercarse al marco isleño y fue en un centro de su hombre más peligroso en esta primera mitad, el lateral Aldalur, al que no llegó ninguno de sus compañeros. Un minuto después, los isleños tuvieron su primera gran oportunidad de ponerse por delante en el marcador ya que una cesión errónea de Ofoli dio opciones claras a Gabri Martínez para plantarse delante del cancerbero del equipo madrileño, pero el extremo estuvo lento y no terminó de aprovechar su oportunidad.

La mejor para los locales llegó en el 33’ en un centro del incombustible Aldalur que remató en franca posición Zozulya de cabeza, pero el esférico rozó la base del poste de un vencido Perales. Sin embargo, los isleños gozaron de su mejor oportunidad en el 39, en una rápida contra que condujo Biabiany que cedió el esférico en el borde del área a un Marcelo que asistió a la izquierda ante la llegada de Gabri Martínez, la asistencia bien pudo haber sido de gol, pero el disparo del joven extremo del equipo isleño lo repelió la cruceta. Fue, sin duda alguna, la mejor oportunidad para desestabilizar la balanza en una primera mitad que terminó vibrante y emocionante ya que en el 41 un remate de cabeza del local Pinillo obligó a Perales a mandar el cuero a córner y, en el descuento fue de nuevo Zozulya el que remató de cabeza, a centro de Aldalur, pero su remate no encontró portería.

La segunda parte fue peor que la primera, pero las alternativas en el marcador le dieron ese plus de interés. En un principio casi sin que hubiese pasado nada, fueron los isleños los que golpearon primero con el tanto en propia puerta de Pinillos que alimentaba, y de qué forma, las ilusiones de los de Pablo Alfaro.

Fue el momento en el que el Rayo Majadahonda cogió las riendas del partido que esperaba, de todas formas una contra isleña que fuese definitiva. En el 59’ un lanzamiento de falta de Néstor se fue fuera por poco y en el 70’ de nuevo un fallo, de nuevo una imprecisión, de nuevo un despiste, hizo que la igualada se estableciese en el marcador.

A partir del uno a uno el partido entró una fase de locura, sin un dominador claro, con mucho juego planteado desde el corazón más que desde la cabeza y todo hacía indicar que, finalmente la igualada sería la nota definitiva del choque. Lejos de la realidad.

Cuando ambos contendientes firmaban un empate, llegó la jugada maestra de Alayeto que enganchó un soberbio disparo para disipar las esperanzas azulinas se volver de la capital con algo en sus alforjas. De nuevo un varapalo para los isleños, que se hunden en la zona mala de la tabla. De nuevo la cuesta se pone más arriba que nunca. Y de nuevo habrá que remar, y mucho, para salir del pantano en el que se ha metido el conjunto de La Isla.