Messi consuela al Barça

fútbol copa del rey

Los azulgranas se desquitan de la decepción liguera al batir a un Alavés que ofrece resistencia en la primera parte

El argentino y Neymar guían al equipo de Luis Enrique a su tercera Copa seguida

Leo Messi, rodeado de defensas del Alavés, dispara con la zurda para anotar el 1-0.
Leo Messi, rodeado de defensas del Alavés, dispara con la zurda para anotar el 1-0. / Juanjo Martín / Efe
Ignacio Bravo (Dpa)

Madrid, 28 de mayo 2017 - 02:30

El Barcelona conquistó la Copa del Rey al vencer por 3-1 al Alavés en una final decidida por el peso de la lógica y una enorme exhibición de un enorme Lionel Messi en la primera parte.

El conjunto azulgrana pudo darse finalmente una alegría en su último partido de la temporada, que también sirvió para cerrar la etapa de Luis Enrique como técnico del Barcelona. Messi y dos latigazos antes del descanso se encargaron de decidir su tercer título consecutivo de Copa y la vigesimonovena en la historia del club.

Porque la realidad es que la Copa del Rey fue lo que quiso Messi y cuando él lo quiso. El astro argentino gobernó el duelo desde el principio y fue el gran artífice de que el Barcelona se marchara al descanso ya con la final prácticamente decidida con la ventaja de 3-1 que fue lo que, más tarde, reflejó el marcador final.

El Alavés nunca encontró la fórmula para descifrar los movimiento de Messi, siempre dañino desde la mediapunta. O descuidó la marca o el argentino fue más avispado que nadie a la hora de buscar los espacios. Lo cierto es que la estrella del Barcelona dio un soberbio recital.

Eso sí, el equipo azulgrana tuvo que lamentar la ausencia de Javier Mascherano a los 11 minutos a causa de un fortísimo golpe en la cabeza y dolor en la rodilla derecha tras un salto con Marcos Llorente. Se marchó del campo con una pequeña conmoción y abundante sangre.

El Barcelona dominó por completo y se fue al descanso con una posesión de nada menos que el 82 %. Aun así, tampoco generó numerosas ocasiones, pero casi todo lo que tuvo acabó dentro de la portería contraria. Y quizá hubiera sido una final diferente si a los 27 minutos Ibai Gómez hubiera marcado para el Alavés en un disparo en el que el balón se fue a la madera y luego se paseó por la raya de gol.

El equipo de Luis Enrique no perdonó a la media hora, cuando Messi se asoció con Neymar y marcó con un espléndido disparo desde la frontal. Pero la ventaja azulgrana sólo le duró tres minutos, pues el lateral Theo, probable fichaje del Real Madrid para la próxima temporada, embocó un tremendo lanzamiento directo de falta.

Sin embargo Messi seguía desencadenado peligro y a los 44 minutos abrió hacia Andre Gomes, quien sirvió el gol en bandeja a Neymar. El Alavés protestó una posible posición de fuera de juego del futbolista brasileño.

Y todavía más dañino para el conjunto de Mauricio Pellegrino fue lo que ocurrió en el descuento, pues Messi dibujó una genial asistencia para que Paco Alcácer marcara. Dos goles justo antes del descanso que dejaron tumbado en la lona madrileña al Alavés.

La segunda parte sobró. No ocurrió prácticamente nada. El Barcelona sólo pareció interesado en que pasaran los minutos sin sobresaltos y el Alavés nunca dio sensación de poder siquiera acercarse en el marcador a los azulgranas.

Sólo Neymar pareció interesado en despertar a la grada, a sus hinchas. Se enredó en disputas personales con los defensas rivales, muy enfadados con su actitud y sus regates. La segunda parte quedó para algunos detalles de Messi, el jugador que más quiso la final y el título.

Así, agarrado al argentino, despidió el Barcelona una gris temporada que pudo maquillar al final con la obtención de la Copa del Rey, el tercer torneo en importancia tras la Liga española y Liga de Campeones. Mientras, el Alavés lamentó perder una gran oportunidad de ganar el primer título importante de su historia.

El trofeo fue finalmente un pequeño consuelo y un honroso epílogo para Luis Enrique, quien vivió su única alegría de la temporada en su último partido como técnico del Barcelona. Así lo quiso Messi.

Mascherano abandona el partido conmocionado

El defensa del Barcelona Javier Mascherano abandonó, conmocionado, el césped del Vicente Calderón, en el minuto 11 de la final de la Copa del Rey que el conjunto azulgrana disputaba anoche contra el Alavés. En un lance del juego, Mascherano chocó con Marcos Llorente y rápidamente accedieron al terreno de juego los médicos del Barça para atenderlo. Tras comprobar que el argentino tenía una brecha en la frente y que estaba conmocionado, los galenos del conjunto azulgrana solicitaron su sustitución. Seguidamente Mascherano fue reemplazado por Andre Gomes en el lateral derecho. Marcos Llorente, en cambio, sí pudo continuar en el terreno de juego, aunque con un aparatoso vendaje en la cabeza.

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