El Conil comenzó su andadura en el Grupo 10 de la fase de descenso en Tercera División con un sufrido triunfo frente a La Palma en el Municipal Pérez Ureba.

El parón del pasado fin de semana, tras el batacazo del anterior, en el que los jandeños acabaron cayendo al precipicio al no pasar del empate en su campo con el Arcos (2-2), sirvió para aclarar las ideas, para formatear el disco duro y entender que ahora ya sí que no hay el menor margen de error para conservar la categoría.

Así y todo, el equipo amarillo saltó al rectángulo de juego con dudas, atenazado. Por incapacidad o por méritos del rival, lo cierto es que durante la primera mitad el cuadro onubense llevó la iniciativa, se hizo con la posesión del cuero, aunque sin generar peligro. Los locales desde luego no se encontraban cómodos sobre el césped.

A la vuelta del descanso, Lázaro Canto movió ficha y su apuesta resultó acertada. El entrenador conileño optó por sacar a otro punta y el Conil dio un paso al frente, buscó el gol con decisión. Sin brillantez ni un juego vistoso, al menos empezó a llegar con asiduidad al marco visitante.

Tres oportunidades clarísimas precedieron a una cuarta acción ofensiva en la que Corrales evitó el gol de Cuenca. No obstante, pasada la hora de partido, un desajuste defensivo de La Palma facilitó el tanto, ahora sí, de Cuenca.

Después del 1-0, los jandeños no renunciaron al ataque e incluso marcaron una segunda diana, esta vez anulada por fuera de juego de Juan Antonio Ureba tras una gran internada de Manolete.

Al final, victoria justa del Conil que le refuerza anímicamente para afrontar la fase, sobre todo de cara a una semana en la que deberá afrontar un doble compromiso: el miércoles, visita al Coria (20:00), y el domingo, en casa contra el Castilleja.