Las integrantes del Cádiz FS se quitaron el sábado parte del mal sabor de boca que les dejó la inesperada derrota encajada el pasado fin de semana en la cancha del colista de su grupo de la Segunda División de fútbol sala.

Aparecía por el pabellón Mirandilla el Hércules de Ceuta, penúltimo de la clasificación, pero esta vez las gaditanas saltaron a la cancha sin pensar que los tres puntos estaban dentro del zurrón antes de empezar el encuentro.

Las pupilas de Álex Romero y Alberto Martínez no pecaron en esta oportunidad de exceso de confianza, lo que se pagó muy caro unos días atrás, y eso facilitó que el dominio de las locales empezara con el pitido inicial para prolongarse hasta el término del choque.

La abundancia de ocasiones para perforar las mallas de la portería del conjunto norteafricano fue tal que la media docena de goles conseguidos por las anfitrionas (6-0) cabe considerarla escasa. Rebasar la decena quizá hubiera sido más acorde con lo visto sobre la pista.

Las visitantes contaron con escasas opciones de atacar y en varios tramos del enfrentamiento apenas pudieron salir de su mitad de campo.