Garbiñe Muguruza jugará mañana su primera final de Grand Slam después de batir a la polaca Agnieszka Radwanska por 6-2, 3-6 y 6-3 en las semifinales de Wimbledon. Y buscará la española la gloria ante la mejor tenista del planeta, la estadounidense Serena Williams, que luchará por su sexta corona en Londres en su vigésima quinta final en un major. En cualquier caso, alfombra verde para la aprendiz Muguruza, de 21 años, imponente en el torneo hasta la penúltima ronda.

La española, vigésima del mundo, se convirtió así en la primera española en el duelo decisivo del tercer grande del año en 19 años, después de que Arantxa Sánchez-Vicario cayera ante Steffi Graf en 1996.

La tenista nacida en Venezuela jugó a gran nivel en la pista central. Tras un comienzo arrollador, perdió contundencia y llegó a estar con un break abajo en el último parcial, pero recuperó confianza a tiempo para imponer su tenis de potencia y echarse de cabeza a la hierba de la catedral del tenis, incrédula por el triunfo ante la favorita número 13. La confianza que traía del sólido primer set la terminó engañando, pues con el afán de ir a por todas jugó con mucho apuro el sexto juego del segundo parcial. Tres errores no forzados y la falta de primeros servicios le costaron el primer quiebre del partido.

Radwanska se repuso y pareció robarle la confianza a la española, que volvió a perder su servicio en el juego siguiente -en el segundo break point que afrontaba del partido- y le dio a la polaca la oportunidad de igualar en sets.

Para colmo, la tendencia se profundizó en el comienzo del parcial definitivo: una derecha larga de Muguruza le costó el tercer juego perdiendo su saque de manera consecutiva. Por eso celebró mucho al ganar su saque para colocarse 2-1 ante una Radwanska que complicaba con su variedad de tiros y regularidad desde la línea de base.

La española se jugó el todo por todo en el sexto juego de la tercera manga y, con un revés rasante, concretó una ruptura vital para adelantarse 4-2. Después sirvió muy bien y puso fin a la tensión que dominaba la pista central tras una hora y 56 minutos.

La clasificación a la final le aseguró también a Muguruza alcanzar el Top 10 del ranking mundial por primera vez en su carrera. Si pierde la final, ascenderá al noveno puesto, mientras que si gana se convertirá en la sexta del escalafón. Pero la española parece no haber descubierto aún su techo ni se conforma con su primera final de un Grand Slam.

Cuestionada sobre el futuro de Muguruza, quien se convirtió en la cuarta española en acceder a la prestigiosa final de Wimbledon tras Lilí Álvarez, Conchita Martínez y Arantxa Sánchez Vicario, Radwanska cree que se la verá "mucho más a menudo en las fases finales y luchando por títulos. Ella jugó bien, sin altibajos, muy sólida desde el inicio al final. Lo intenté todo, pero no fue suficiente".

También elogió a la española su oponente mañana en la hierba británica. "Garbiñe es una gran jugadora; ya me ganó antes y no será un partido fácil, para nada. Tendré que pelear mucho", dijo Serena Williams, cuyo balance frente a la joven hispana es de dos triunfos a favor frente a una derrota. La pentacampeona (2000, 2002, 2008, 2009 y 2012) barrió en la segunda semifinal a la rusa Maria Sharapova, a quien derrotó por 6-2 y 6-4 en una hora y 18 minutos.

Aferrada a su poderoso servicio (14 saques directos) y a su imperial derecha (29 golpes ganadores), la menor de las hermanas Williams dio un paso más en su ambiciosa carrera hacia el Grand Slam (esta temporada ya ganó en Australia y París). La estadounidense no dudó y pasó por encima de la número dos del planeta y venció a la rusa por decimoséptima ocasión consecutiva.

"Estoy muy emocionada. Estaba un poco nerviosa al principio del partido, ya que son unas semifinales de Wimbledon y hacía mucho tiempo que no llegaba aquí", afirmó exultante Serena tras el encuentro.

Muguruza celebra sobre el césped el triunfo ante la polaca Radwanska.