Fundada en 1896, la firma sanluqueña Helados Toni es una de las empresas con más solera de la provincia gaditana e incluso de Andalucía. El negocio familiar de la céntrica Plaza del Cabildo de Sanlúcar tiene como director a Rafael Jordá, que, a sus 58 años, lleva casi cuatro décadas vendiendo sabores.

“En términos generales, el verano ha ido bastante bien, no ha sido espectacular, pero sí positivo, teniendo en cuenta la situación de pandemia”, nos comenta. Aunque abre cada día desde la mañana, el grueso de la clientela se concentra por la noche, después de la cena. Durante la temporada estival es misión casi imposible encontrar libre alguna de sus casi 40 mesas.

“No hemos recuperado en absoluto el 100% del año 2019 y anteriores a la pandemia, pero hemos salvado el verano perfectamente, dadas las normas de seguridad establecidas en cuanto a aforo y horario, que, lógicamente, han limitado nuestra actividad”, asegura Rafael cifrándola en torno al 85% este verano.

Durante la crisis sanitaria, esta reconocida heladería ha mantenido su plantilla de más de 20 trabajadores que suman los dos establecimientos: el de toda la vida y el pequeño más especializado, Toni Selección, que abrió hace pocos años en la misma Plaza del Cabildo.

Con esta valoración, Rafael admite que se siente “un poco privilegiado” en el ámbito del sector hostelero de Sanlúcar. “Yo no diría que se ha iniciado la recuperación para todos. En Sanlúcar hay negocios punteros que sí están funcionando, pero no todos”, afirma.

Su pronóstico para los meses venideros, para el próximo año, es más bien optimista: “pienso que lo peor ha pasado, que esto va a ir a mejor gracias a la vacunación, si no hay más variantes que lo pongan todo patas arriba”. “No creo que vayamos a peor; sino, como mínimo, igual que este año”, apostilla.