Su sonrisa la delata. Está contentísima. Milagrosa Roldán abrió hace ocho años en Sanlúcar el comercio de moda infantil ‘La Ropita de Mila’, poco después de estallar la pandemia se embarcó en la aventura de una segunda tienda y el balance que hace al cierre de la temporada estival es muy positivo.

“El verano empezó un poco flojo, porque la gente tenía miedo a viajar y continuaba la incertidumbre de no saber qué iba a pasar. Nosotros comenzamos también con mucho miedo, porque veníamos de donde veníamos. Pero poco a poco, a partir del mes de julio empezó a remontar la situación y puedo decir que tal vez haya sido el mejor verano de los últimos cinco años”, afirma satisfecha. De hecho, la plantilla que forman su marido y ella misma se ha sumado este verano la contratación de su sobrina.

Mila nos cuenta que ha conseguido “mantener los descuentos durante todo el verano en porcentajes muy pequeños, cuando en otras campañas las ofertas nos obligaron a poner grandes descuentos porque no vendíamos”. En otras palabras: “este año nos hemos podido mantener y se nos ha hecho más pequeño el agujero que nos dejó la pandemia”.

Nos habla, además, de su clientela: “durante todo el año es fundamentalmente de Sanlúcar, pero, como vendemos marcas en exclusiva para la Costa Noroeste e incluso el resto de la provincia, atendemos también a gente de Chipiona, El Puerto, Jerez y Trebujena”. Además, dice tener una “clientela buenísima” de Madrid, el País Vasco, Navarra y La Rioja: “este verano la gente ha venido con otra actitud, con alegría”.

Y, por si esto fuera poco, le va de maravilla su negocio online, cuyas ventas superan el 25% de su facturación. “Hacemos envíos a casi toda Europa”, destaca.

Con vistas al futuro, no piensa en la Navidad, sino más allá. A su particular juicio, “si conseguimos que haya procesiones, la verdadera recuperación se iniciará en Semana Santa, que en Andalucía es importantísima”. Dicho queda.